El jade es una gema preciada para la cultura oriental, debido a las creencias que le señalan como un poderoso agente energético y espiritual. Sumándole el hecho de tratar padecimientos físicos con la alternativa de sanación, el jade es considerable como una joya ancestral, de gran bondad, y de fácil aplicación para remediar las consecuencias de las malas vibraciones.
La licenciada, Florencia Rengo, especialista en el arte del Feng Shui, señala que “en China el jade ha sido considerado como la más valiosa de las piedras. Vinculándola con los ciclos de reposo y crecimiento de la naturaleza y considerando que representa un elemento de unión entre lo espiritual y lo terreno. Antiguamente, mezclaban jade en polvo con agua para fortalecer la salud y elaboraban todo tipo de elementos con ésta gema por atribuirle el don de proporcionar poder, salud y buena fortuna.”
Valor multicultural. El jade es un tipo de cuarzo que ha sido alabado por varias civilizaciones y culturas antiguas. En Asia Occidental, alrededor del año 4000 antes de Cristo, el jade era usado como amuleto protector por parte de los pueblos árabes. En el antiguo Egipto se le consideraba remedio sanador de importantes enfermedades. Conforme a las creencias prehispánicas, registros señalan al jade como un cofre de vida y materialización de las fuerzas divinas.
La sociedad maya solía tallar armas y utensilios varios, pues le consideraban como la piedra de la Creación. Por su parte, los aztecas creían de igual forma en los egipcios, que el jade era capaz de protegerles contra maleficios e infortunios, por lo que confeccionaban talismanes energéticos.
Cada color, un poder especial. Es conocido que el jade tiene una variada gama de tonalidades, viajando desde el verde más oscuro hasta el blanco. Conforme a cada color vale reseñar aquellos que tienen una propiedad específica para el bienestar espiritual. De entre tantos a escoger, la excelencia en beneficio se obtiene con los jades amarillos, estimulador de la energía; jades verdosos, para recurrir a la serenidad; y el jade blanco, para la reconstrucción energética.
Fortaleza física y espiritual. Entre los rituales que condensan el provecho de fortalecimiento físico y espiritual tomando en cuenta el jade, la investigadora en Wicca, Virginia Escobar señala que en China se acostumbra a regalar una pieza de jade como símbolo de compromiso, fortaleciendo la esperanza del amor entre dos personas.
Mientras que en la cultura occidental se ha predispuesto el poder de atracción que tiene sobre la prosperidad, y el reforzamiento de la psiquis. “El jade se puede usar para atraer dinero – agrega Escobar – Este ritual consiste en cargar un pendiente o anillo de jade con energías positivas y luego ponérselo. Para cargar el jade, se debe tener una actitud positiva hacia el dinero y visualizarse usándolo de forma productiva y creativamente. Mientras que para recibir sabiduría, la pieza de jade se debe colocar en el tercer ojo. El jade fortalece las facultades mentales y ayuda a razonar. Además, también protege a la persona de padecer problemas de atención”.
ALFA