Conocida como la ciudad roja, por la predominancia de este color en sus edificaciones y su entorno, Marrakech es la joya turística de Marruecos. Algo que se confirma durante todo el año con la inmensa cantidad de visitantes que recibe atraídos por su cultura, tradiciones y sitios turísticos e históricos, convirtiéndose con ello en una de las ciudades más visitadas de Marruecos.
Uno de los principales atractivos de esta ciudad es la plaza Jemma el-Fna. Considerada el corazón de Marrakech; en sus envejecidas calles concentra un sinfín de actividades, que la convierten en el punto de encuentro para lugareños y turistas. Durante el día se centran en la terraza de los locales y restaurantes, donde disfrutaremos una exquisita comida o un café, al tiempo que observamos una panorámica de la plaza; mientras que, al caer la tarde, sus calles se abarrotan de personas y todo tipo de espectáculos, donde los puestos de comida ponen el sabor tradicional.
Al norte de esta plaza encontraremos otro de los lugares imperdibles, la zona de compras conocida como Zocos, un laberinto de tiendas en el que podremos obtener todo tipo de perfumes, especias, alfombras, ropa, lámparas, artesanías y las hermosas babuchas, donde la regla será armarse de paciencia y regatear.
Una de las artesanías más representativas y buscadas por las mujeres son las piezas de joyería bereber, llamativas no solo por su belleza, sino también por el simbolismo que rodea cada pieza hecha principalmente de plata, en la que se refleja toda su cultura. Se trata de un tipo de joyería y bisutería cuya riqueza artesanal incluye gran variedad de piezas como: Diademas, pendientes, brazaletes, pulseras, anillos y collares; de decoración grabada y detalladamente trabajada, que reproduce motivos muy tradicionales de la cultura Marroquí.
La tercera escala en nuestro viaje le corresponde a la mezquita Koutoubia, uno de los lugares más visibles desde varios puntos de la ciudad. Si bien no está permitido el acceso a los no musulmanes, es un sitio que vale la pena apreciar desde afuera en uno de sus bancos, mientras escuchamos las oraciones que se realizan. Este no es el único sitio histórico que se conserva en Marrakech, ya que por su belleza arquitectónica también destacan: La madraza Ben Youssef, los jardines Majorelle, el palacio Badi, los jardines de Menara, el palacio de la bahía y las tumbas Saadies, entre otros.
Aunque no menos importante que los anteriores, uno de los lugares más relajantes y visitados por lugareños y turistas son los hamman o baños tradicionales. Donde podremos compartir en los hammams populares, o si lo preferimos, bañarnos en un hammam para turistas, donde podremos incluso disfrutar un masaje en compañía de nuestra pareja.
Estos son lugares de visita ineludibles, pero le invitamos a que se atreva a recorrer y descubrir todo lo que Marrakech tiene que ofrecer, no sin antes recomendarle que se aloje en un Riad, estas casas tradicionales le permitirán disfrutar de gran tranquilidad y convertirán su visita en un viaje inolvidable.
ALFA