De la antiquísima filosofía budista, usted podrá tener algunos mandamientos para conseguir paz interior, y enriquecer el espíritu de manera excepcional. Más allá de un ícono importante, cuenta esta doctrina religiosa, que Buda puede ser cualquier persona, siempre y cuando esta haya abierto su potencial en favor de la sabiduría, alejando el sufrimiento, y encontrando por consiguiente la felicidad y la paz interior.

Si bien no se trata de dar un cambio de 180 grados a su vida, retirando de sí sus creencias básicas, pues, el budismo no se trata tanto de reglas religiosas, sino de tener un aliado en el arte de vivir, encontrar la plenitud, sea cual sea su tendencia religiosa, usted también podrá abrazar los siguientes mandamientos para conseguir lo más necesario por la humanidad: la paz.

Explica la psicóloga, Jennifer Delgado Suárez, que el primer mandamiento para conseguir la paz interior es “no deberá seguir las tradiciones porque han sido trasmitidas desde la antigüedad”, debido a que el cambio forma parte de la vida diaria, entonces, es altamente contraproducente el decir que “no hay motivos para cambiar porque siempre se ha hecho así”.

De los deseos e ignorancia solo se obtiene sufrimiento. Las expectativas, a menudo irreales, así como la ignorancia, son las verdaderas causas del sufrimiento. De hecho, el sufrimiento no proviene del exterior, sino de cómo asumimos determinadas situaciones. Para lidiar con el sufrimiento debemos aprender a vivir con la incertidumbre, aceptar los cambios y nivelar nuestras expectativas.”

Busque lo hermoso del ambiente que le rodea. “Es importante ser conscientes del ambiente que nos rodea, aprender a apreciarlo y disfrutarlo pero también, descubrir los aspectos que pueden arrebatarnos nuestro equilibrio psicológico. De hecho, el budismo tibetano afirma que cuando se abandonan los lugares y las compañías dañinas, las emociones perturbadoras disminuyen gradualmente y aumentan los pensamientos y sensaciones virtuosas.”

Mantener la ira y el odio nos impide crecer. Para la filosofía budista, las emociones negativas no son un problema, simplemente debemos aprender a dejarlas ir y no alimentarlas. Emociones como la ira y el odio crecen y terminan erosionándonos. No podemos crecer como personas, ser comprensivos y compasivos, si alimentamos la hoguera de esas emociones negativas. Por eso es tan importante aprender a aceptar y perdonar.”

Sean cual sean las acciones de otros, no debe responderse con malas actitudes. En lugar de las reglas impuestas en cualquier tipo de dogma, el budismo promueve la abstención de las malas acciones, debido a que “las personas no deben comportarse con los demás, como no les gustaría que se comportarán otros con ellos”.

Las personas y los objetos son pasajeros, el apego a cualquiera de ellas solo deja sinsabores y dolor. “Cuando creemos que algo o alguien nos pertenece, inmediatamente nos atenaza el miedo a perderlas, una sensación que nos hace sentir mal y que a menudo nos lleva a cometer locuras. Lo que te hace feliz no es la situación que le rodea, sino los pensamientos que hay en tu mente”.

 

ALFA