Martes, 12 de enero de 2016. Debido a la situación de Siria a causa de la guerra, cada vez es más grande la necesidad que afronta algunas de las ciudades pertenecientes a dicho país. Un conflicto que dio inicio desde el año 2011 y continúa teniendo vigencia.
Lo más fuerte de toda esta realidad, es la imparable cifra de muertos inocentes; siendo la mayoría niños y mujeres. Tanto así, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en marzo de 2015; estimaba que 220.000 personas habían fallecido en Siria en los cuatro años que van de guerra, aunque evidentemente, en la actualidad es una cifra mayor.
Varias fuentes de información, han expresado que las personas en su angustia por suplir sus necesidades; han decidido comer la piel de varios animales y hojas de árboles que son hervidas para consumir en sopas, pero, que ahora es difícil obtener por la temporada de invierno; ocasionando una muerte lenta en los pobladores por desnutrición o hambruna.
Sin embargo, más allá de la necesidad de desear saborear un alimento; es la urgencia de medicamentos lo que aqueja enormemente a los habitantes de Madaya. La fuerte situación de esta ciudad es tan grande, que los precios de alimentos son exorbitantes; muy por encima a los de Damasco.
En este sentido, la ONU pidió al Gobierno sirio acceso para brindar ayuda humanitaria a Madaya; y a las ciudades de Foua y Kefraya, tras haber recibido la incesante cifra de muertos en estos últimos meses. Efectivamente, el apoyo llegó este lunes 11 de enero del presente año; con la visita de dos convoyes de 44 vehículos que iniciaron el recorrido para proporcionar comida, medicinas y ropa.
Sin embargo, mientras esto ocurría se sumaban más las cifras de niños, adultos y jóvenes falleciendo en plena ayuda; por lo que el sustento humanitario debe suplirse en todo tiempo y de manera constante, evitando momentos de complicación, angustia, tristeza y lamentos.
Se espera que en los próximos días haya nuevamente presencia de servicio humanitario, para ir aplacando de forma progresiva la hambruna; fomentando una sensación de paz y disminuyendo los índices de muerte.
ALFA