La perfecta combinación en una joya se logra al unir en una magistral pieza el oro con piedras preciosas, todo un lujo en su piel que toda mujer debe tener y sentir, la industria de la joyería se dedica a complacer los gustos más exquisitos, en  cada prenda que sale al mercado se observa el alcance del buen diseño, buscando la excelencia para seleccionar con el mejor tino la piedra preciosa que mejor se fusiona con estas majestuosas creaciones.


El oro en sus distintas tonalidades es el metal ideal para ser embellecido con incrustaciones de bellas gemas, todo un lujo que nos eleva a un mundo de elegancia y sofisticación del que no queremos salir, las famosas marcas han encontrado el balance perfecto combinando los diamantes con piedras preciosas de color, particularmente, en la época de verano es más frecuente el lanzamiento de colecciones de joyas con diseños atrevidos que no pierden su distinción, logrando el complemento perfecto a su look veraniego.

Cuando se habla de anillos de compromiso, se relacionan directamente con el oro y el diamante, hay algunos indicios que indican que los egipcios fueron los primeros en poner en práctica esta tradición, pero en el año 1477 el archiduque Maximiliano de Austria le entregó a María Borgoña un anillo de oro con un diamante incrustado como muestra de su amor, un gesto que se esparció en la nobleza pero que después acogió el resto de las personas; en 1886 se popularizó aún más el uso del anillo de compromiso con el diseño del solitario en la montura realizado por el señor Charles Lewis Tiffany.

Siendo el diamante uno de los minerales más duros del mundo, lo que se quiere transmitir en la sortija de compromiso que generalmente es de oro amarillo o blanco, es lo inquebrantable de la alianza que unirá a la pareja.

Adornar una pieza de joyería con una piedra preciosa es todo un arte, que requiere de un procedimiento minucioso para lograr la armonía total de la pieza con la gema; la trilogía de las piedras preciosas de color de mayor prestigio son la esmeralda, el rubí y el zafiro; en el caso de la esmeralda su hermoso color verde la coloca entre las más solicitadas, sobre todo para combinar con diamantes; el rubí de un color rojo intenso evoca la pasión en cada pieza magistral de colección; cuando se trata de zafiros el más codiciado es el llamado Ceylán con su color azul intenso.

Igualmente, podemos ver anillos, pulseras, pendientes, colgantes y similares, con otras piedras como la tradicional aguamarina, apropiada para joyas de verano, o la turmalina, que aporta un brillo cristalizado, con sus distintos colores que van de tonos verdes hasta un rosa intenso.

En la alta joyería las piedras preciosas ofrecen una serie de combinaciones infinitas, su amplia gama de colores favorece a la industria, conquistando los corazones de millones de mujeres en el mundo.

ALFA