De acuerdo a algunas teorías, el mundo y el universo se conforman de energías poderosas que rigen la vida. Entre energías positivas y negativas se encuentra el Mal de Ojo.
Como fenómeno, se produce por una fuente de energía negativa dirigida de una persona. Este tipo de energía está relacionada directamente con antivalores como la envidia, los celos, el odio, entre otros, que causan efectos perjudiciales en la persona que lo recibe.
De acuerdo a creencias populares, esta energía se dirige directamente con la mirada y puede emitirse de manera voluntaria o involuntaria, pero ¿Esto por qué ocurre?, pues las demostraciones de admiración, según el emisor, pueden ser capaces de transmitir mucha más energía en la otra persona, es decir, tiene mayor concentración de energía y pueden enfocarla sin querer.
Este tipo de supersticiones están presentes en diferentes religiones, como la judía y la católica. Este tipo de fenómeno se explica y se sustenta en que todos somos energía; por lo tanto, existen energías positivas, que traen grandes beneficios, y por otro lado, se encuentran las energías negativas, que traen consigo daños perjudiciales a las personas en que se alojan.
En el mundo existen personas con malicia que desean causar un daño a otra persona, por lo que se concentran en enfocar malas vibras y dirigirlas hacia esas personas, ya sea de manera física o psicológica, logrando echar un mal de ojo si esta otra persona no tiene el poder espiritual para repelerlo.
Es por esto que los bebés y los niños pequeños suelen ser las personas más vulnerables ante el mal de ojo. Cuando un tercero alaba mucho a un bebé, puede transmitirle este fenómeno supersticioso fácilmente; depende únicamente de las energías que rodeen a esta persona.
Al momento de presentar mal de ojo, se producen síntomas notables en el individuo. En el caso de los más pequeños, los más comunes son: La pérdida del apetito, vómito continuo y frecuente, diarrea, llanto descontrolado sin causa aparente, sueño alterado y hasta alergias y brotes en la piel.
Por su parte, en las personas adultas, el mal de ojo suele tener un efecto más poderoso a nivel psicológico que físico. El nerviosismo, el miedo profundo y la paranoia repentina y sin causa aparente, pueden ser tres manifestaciones de esta condición, que puede venir acompañada también de mareos, náuseas y vómitos.
No debe afirmar la presencia del mal de ojo sin antes consultar a un médico, pues los síntomas son bastantes genéricos. Pero ¿Cómo evitar y curar el Mal de Ojo? Debe tener en cuenta que, siendo un fenómeno enérgico, es importante trabajar para fortalecer el espíritu y la energía, puede recurrir al yoga o la meditación y así poder repeler esta negatividad.
La cura del mal de ojo, de acuerdo a diferentes creencias, culturas y países; es manejada por curanderos, rituales y amuletos. Lo más importante a destacar es no dejarse llevar por el miedo y la preocupación de tener mal de ojo, debido a que solo aumenta la vulnerabilidad y la negatividad en que esta sobrevive. Aumente su energía positiva y viva en plena felicidad.
ALFA