¿Quién no desea viajar en estos tiempos a pesar de la crisis mundial que existe?, todos dirán: ¡por supuesto, yo! Puede que no sea un sueño realizable por ahora, pero nunca se sabe el tiempo o el momento en que, por golpe del destino, usted se gane el premio mayor, o un amigo necesite que lo acompañe, o porque no, la situación económica de un giro a su favor.

Si el tiempo de viajar se presentó para usted, pero aún no cuenta con las herramientas necesarias para hacerlo, no se encuentra preparado o preparada para asumir que en el tiempo menos esperado abordará un avión para viajar a tierras lejanas, que quizás había deseado conocer. Pero surge el problema de la planificación.

Fue algo inesperado que jamás pensó que lograría, y ahora se encuentra en la disyuntiva de lo que va a hacer. Lo primero es centrarse, aplacar las emociones y ordenar sus ideas. El viaje llegó y le dio rienda suelta a su imaginación, para ver cómo se organiza.

Un viaje mal planificado trae consigo resultados negativos, que a la larga dañará y entorpecerá sus emociones personales y psicológicas, esto debido a los resultados que obtendrá por la falta de planificación y organización. A muchas personas les cuesta realizar un plan de acción que les permita canalizar el buen rendimiento de los problemas que se presentan al salir de viaje.

El control y la organización son importantes, ya que usted debe comprar los boletos, organizar maletas, que prendas de vestir deberá llevar por concepto de clima, conocimiento del país que va a visitar, sus criterios, sus costumbres, su idiosincrasia y su cultura.

La palabra plan proviene del latín “Planus”, que se relaciona con planificación, acción y efecto de hacer planes. Las ventajas de realizar una planificación al momento de viajar, es que le permite enfocarse en todas las actividades a realizar para obtener buenos resultados, tener un mayor control de sus necesidades, orientarlo para que se sienta más confiado o confiada.

Viajar a otro lugar, sin antes planificarlo, crea mucha tensión; y esta puede evitarse si usted dedica un poco de su tiempo a planificarlo. Cuando no se es organizado, nos topamos con muchos obstáculos y el viaje se convierte en un suplicio, donde usted jamás llegará al disfrute.

Planifíquese, deje espacio para la creatividad y la improvisación, ¡el que planifica no se sale del camino a seguir! No tenga prisa, nunca caiga en la tentación de ver más la emoción del disfrutar y no precaver un pésimo.

Mantenga su mente en equilibrio, y con ella a sus emociones; dedique tiempo para organizarse y para relajarse. Reconfórtese y disfrute del paseo que está por iniciar y no se preocupe, que si planifica bien las cosas, canalizará bien sus emociones; lo que le traerá como resultado un feliz y excelente viaje.

ALFA