Los pueblos más bonitos de Francia pueden sorprenderla en cualquier camino, cualquier ruta por la que vaya pasando y descubra lo acogedor de un paisaje de una ladera o sencillamente de un atardecer que se consiga al tomar una curva en un sitio que no esperaba.

En el departamento de Lot, en la región de Midi-Pyrénées, Rocamadour parece un lugar encantado, el grupo de sus edificios, trepados en equilibrio ilusoriamente frágil sobre una empinada pendiente de 120 metros que cae hacia el río Alzou, se muestra como una visión de cuento de hadas; esta localidad es, ciertamente, una increíble superposición de casas e iglesias con pasadizos y escaleras que serpentean por dondequiera bajo puertas, ventanas y balcones labrados con refinamiento, una belleza arquitectónica de naturaleza rústica, boscosa y seductora.

Aquí debe visitar la capilla de Notre-Dame, sitio en el que se vela la estatua de Santa María de Rocamadour, original del siglo XII, conocida como la Virgen Negra en razón al color de su tez, con el Niño Jesús en brazos y la cabeza coronada, se consigue sobre la entrada de la capilla, incrustada en la piedra, allí también verá una espada de hierro, que como dice la tradición, es la espada de Durandal, la legendaria espada de Roldán.

La Roque Gageac tuvo antiguamente 1 mil 500 habitantes, pero hoy día, ha pasado a tener tan solo 500 mil personas, se consigue al sur, bajo la protección de su acantilado, disfruta de un microclima subtropical bajo el que florecen palmeras, ágaves, bambúes y plátanos; cuando se dirigía a Grecia, Henry Miller escribió: “Aquí está el paraíso de los franceses. Périgord es la tierra del encantamiento, celosamente guardada por los poetas y que sólo ellos pueden reivindicar […] Puede que un día Francia deje de existir, pero el Périgord sobrevivirá como sobreviven los sueños de que se nutre el alma de los hombres”.

Conques es un paraje de media montaña bien preservado lleno de verdores lozanos y boscosas espesuras, sus típicas fachadas de madera y tejados de pizarra coloreada se consiguen pinceladas por los verdines del musgo, no hay una sola casa en Conques que desarmonice con su entorno natural, plagada de arquitectura románica, orfebrería medieval y arte contemporáneo, es una de las más hermosas poblaciones del Camino de Santiago Francés por su abadía románica, incluida en los Bienes Culturales de la Unesco; en esta abadía reposan los restos de la joven mártir cristiana Sainte Foy o Santa Fe, condenada a la hoguera a los 13 años por defender su religión ante los romanos.

Alsacia es una de las “tierras calientes del mundo”, constituye una de las regiones más hermosas de Francia, establece una combinación de historia, cultura, paisajes y excelentes vinos; todos sus pueblos acumulan méritos para figurar como los más bellos de Francia, así Riquewihr, que ocupa una fértil llanura fluvial en las estribaciones de los Vosgos, sería la “joya de la corona”, compendio y prototipo del paisaje, la tradición y la arquitectura de toda la zona.

ALFA