Dentro del equilibrio que necesita la delicada flora intestinal existen varios elementos que se conjugan para que esto sea posible; entre ellos, los probióticos. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los probióticos son “organismos vivos que al ser administrados en cantidades adecuadas proporcionan o generan efectos benéficos a la salud del huésped.”
Los probióticos se concentran en el cuerpo desde las primeras horas de vida, ya que una de las fuentes principales es la leche materna. Según como afirma la experta en nutrición Natalia Olivares la importancia de estas microbacterias radica en su papel como defensores del organismo contra infecciones, y en sus beneficios para el proceso digestivo y la salud en general.
Los beneficios y propiedades que generan los probióticos en el organismo resalta la capacidad de mantenernos inmunes contra enfermedades que tienen origen intestinal, como la diarrea, la obesidad y algunos tipos de cáncer.
Entre los probióticos más utilizados, y aquellos que comúnmente se encuentran en alimentos de consumo habitual, como leche, yogurt, encurtidos y repollo están las que microbacterias que se denominan L. casei, L. plantarum, Lactococcus lactis spp lactis, B. infantis, B. adolecents.
Específicamente, el tacto intestinal esta cubierto por más de 400 bacterias que forman la flora intestinal, pero que necesitan de ayuda – como la que proporcionan los probióticos — para su perfecto equilibrio. Y otros los beneficios específicos entre los que podemos mencionar:
Combaten diversos trastornos digestivos: según explica Olivares, entre las funciones principales de los probióticos está su capacidad de mantener a raya molestias comunes como la diarrea, provocada por diversas causas como el consumo de antibióticos, la diarrea infecciosa o la diarrea causada aguda. Además, combaten la bacteria de Helicobacter pylori, generadora del ulceras.
Funcionan en el tratamiento del cáncer colorectal: las evidencias científicas en esta aspecto aún se empiezan a conocer. De acuerdo con la experta en nutrición Natalia Olivares, los probióticos pueden influir en la proliferación del tumor y detener así el crecimiento del cáncer.
Mejorar la función inmunitaria: las cepas de lactobacilos influyen en la producción de anticuerpos y activación de los macrófagos y las reacciones de hipersensibilidad, manteniendo la protección contra bacterias malignas.
Estimulan la pérdida de peso: aquellas personas con sobrepeso se caracterizan por tener en común una flora menos variada y procesos metabólicos anormales. En este sentido, la presencia de probióticos contribuye a retardar este efecto, inhibiendo la absorción de grasa en el cuerpo y aumentando la cantidad de esta en las heces. Además, funcionan como estimulantes del aumento de la hormona de la saciedad conocida como GLP-1.
Previenen infecciones urinarias: muchas de las infecciones que se producen en la vagina y en la vejiga provienen del intestino, cuando la flora se encuentra alterada; de ahí la importancia de incluir los probióticos como reguladores de este sistema.
Los probióticos como fuente de equilibrio en el sistema digestivo mantienen a raya las principales molestias que aquejan el sistema, por ello, los alimentos que los contienen debe ser parte de una dieta sana.
ALFA