Los ópalos son rocas o minerales que al ser cortado y pulido se puede utilizar en la elaboración de joyas u artísticos. Esta piedra precisa ha sido fuente de inspiración de leyendas, historias un supersticiones.
Es una gema muy conocida desde tiempos remotos. Según cuenta la historia, en la antigua Roma, Marco Antonio pensó que no existía un mejor regalo en el mundo para su amada Cleopatra que un maravilloso ópalo que pertenecía a la colección de joyas y piedras de un Senador Romano llamado Nonius.
Sin embargo, Marco Aurelio no contaba con que el propietario de la gema no estaba dispuesto a venderla, prefiriendo irse al exilio y evitando confrontaciones con Marco Antonio, por lo que Cleopatra no pudo recibir la piedra preciosa.
Otra historia muy famosa, es la de un anillo de oro, adornado con un ópalo que fue regalado por la más famosa de cortesanas de la época al rey Alfonso XII de España y a su esposa María de las Mercedes de Orleans como obsequio de bodas.
Sin embargo el trasfondo de esta historia es que esta cortesana llamada Virginia Oldoini, tuvo un romance con el Rey Alfonso XII en su juventud, quien prefirió casarse con una prima de Oldoini, por lo que a manera de venganza les obsequió el anillo como regalo de bodas y con una poderosa maldición. Según cuenta la leyenda la esposa del Rey Alfonso XII se colocó el anillo y misteriosamente falleció cinco meses después.
Luego de este hecho, la joya paso por muchas manos de la familia real española, y misteriosamente las personas que lo utilizaban morían de manera sorprendente al poco tiempo. A pesar de que las muertes fueron reales, se desconoce si este “anillo maldito” efectivamente tuvo algo que ver con ellas, por lo que se ha convertido en una leyenda.
Forman parte de la historia una serie de ópalos descubiertos que son muy famosos y de gran valor. Una de ellas es la denominada “Llama del Desierto Andamooka”, siendo la más grande del mundo encontrada hasta el momento. También es conocido como el Queen’s Opal, porque fue un regalo para la Reina Elizabeth II.
En el año 1938, en Linghtning Ridge se encontró el ópalo Aurora Australis, que es una piedra negra de gran belleza. Su patrón de arlequín con los colores rojo, verde y azul dominante contra un fondo negro, lo hace uno de los más valiosos del mundo.
Otro ópalo de singular belleza es el denominado “El Príncipe Negro”. Fue descubierto en 1915, tiene un peso de 181 quilates y posee un patrón de bandera de un lado y por el otro era rojo. Formó parte de la colección Lawn Memorial Cemetery Bosque, Los Ángeles, pero luego fue robado junto con otras piedras.
El orgullo de Australia es un ópalo en forma de continente. Tiene vetas negras y azules que se entrelazan con vetas de color rojo, por lo que es muy particular. Sin duda, los ópalos son unas gemas muy hermosas, con una diversidad de colores muy llamativos y que encierran grandes historias y leyendas.
ALFA