Alba iba a morir. Su madre todavía postrada en la cama se aferraba al siempre hecho que sería imposible vivir después de eso. Su padre, al lado, había asumido como un hecho la noticia. Era decisión de Dios. Todavía en el cuarto retumbaban las palabras de la enfermera, “al menos que pase un milagro, la bebé no sobrevivirá”. La madre de Alba rezó por cuatro días seguidos, día y noche. Y no solo eso, pidió perdón por sus pecados y se arrepintió. Juró, por la vida de su hija, que cada año en la celebración de la Cuaresma, vestiría a Alba de morado y la llevaría a la casa de Dios. Ahora, Alba tiene 67 años y no ha habido un día que deje de ir a la iglesia para agradecer que su madre fuese escuchada, todos en su familia saben que su vida fue un milagro.
Muchos dirían que sí, que los milagros existen. Después de solicitar con fe la superación de una enfermedad, conseguir una lotería o incluso episodios de la vida menos complejos como obtener un trabajo. La palabra milagro tiene su origen en el latin “miraculumse” que significa “contemplar con admiración, con asombro o con estupefacción” y refiere a todos los eventos que no responden a las leyes físicas y naturales de la vida. Dentro del cristianismo, se consideran milagros aquellas obras de Dios.
El representante de la iglesia Católica, el Papa Francisco durante un discurso en el año 2013, comentó que los milagros sí existen, pero estos deben pedirse “con el corazón”, y la plegaria debe ser «valiente, humilde y con fuerza». En el Islam, los milagros se atribuyen a Mahoma quien es el responsable de multiplicar la comida, cumplir pedidos, profecías o castigos. Dentro de esta religión, se señala que incluso el Corán, su libro sagrado, fue revelado a Mahoma a través del arcángel Gabriel, por un milagro.
Pero, la creencia en los milagros no parece compaginar con la ciencia. El prestigioso físico británico, quien sufre una enfermedad neurodegenerativa (Esclerosis Lateral Amiotrófica), Stephen Hawking, subrayó en el año 2014 que es lógico que antes de la ciencia se creyera en un Dios que le dio origen al Universo y a la existencia de los milagros. Sin embargo, con los adelantos tecnológicos y científicos la civilización está entiendo que Dios y los milagros no existen. En esa línea, el inglés que se declara ateo y se maneja con un complejo sistema de transporte que se activa con sus mejillas; indicó que el hombre cada vez está más cerca para explicar el orden del Universo, y en su opinión, “no hay ningún aspecto de la realidad fuera del alcance de la mente humana”, reseñaron los medios internacionales.
¿Hay alguna justificación para creer en un milagro? La experiencia del ser humano y situaciones inexplicables han justificado la existencia de estos eventos imposibles. La rama humanista y los científicos defienden que el hombre debe seguir buscando explicaciones. Ambas corrientes, siguen defendiendo sus argumentos con pruebas y evidencias. Y usted, ¿considera que los milagros existen?
ALFA