La tendinitis es una condición muy común y se produce por la inflamación e irritación de los tendones, que son los tejidos gruesos encargados de unir el músculo con el hueso. Se presenta con mayor frecuencia en los hombros, los codos, las muñecas, las caderas, las rodillas y los tobillos.
Asimismo, las causas de estos padecimientos se producen por el uso excesivo de una articulación o a causa de una lesión directa; como pasa frecuentemente en la rodilla o el codo. Comúnmente, dos formas de tendinitis afectan el codo: son la epicondilitis lateral y la media; ambas son lesiones por uso excesivo de la articulación entre atletas que practican deportes de lanzamiento o con el uso de raquetas.
Hay variaciones de tendinitis en las manos. Una es la inflamación de la vaina tendinosa de los tendones del pulgar, que impide extender o flexionar el dedo afectado y puede bloquearse repentinamente. A la lesión en la muñeca se le llama “de Quervain”, afecta a los tendones y causa dolor en la base del dedo pulgar; por lo general conlleva a una alteración en la función de la mano, disminuyendo el rendimiento para hacer las tareas cotidianas.
Por otro lado, en las extremidades inferiores a la tendinitis se le llama “rodilla del saltador” en la forma más común, y afecta el tendón en el borde inferior de la rótula; es causada por exceso de uso, especialmente en los jugadores de baloncesto y los corredores de carreras de resistencia.
La tendinitis en el talón afecta al “Tendón de Aquiles”, y suele ser causada por la repetición de acciones; en especial en deportes que requieren saltar constantemente y representa el 15% de todas las lesiones al correr.
Una manera de prevenir su aparición es evitar las posturas incorrectas, los movimientos repetitivos y frecuentes durante mucho tiempo, y la sobrecarga en brazos y piernas. Igualmente es aconsejable mantener los músculos fuertes y flexibles; para ello hay que ejercitar las extremidades superiores e inferiores, sin repetir excesivamente un mismo movimiento. Por tanto, para prevenirla se recomienda alternar diversos tipos de inclinaciones con pequeños intervalos de descanso y recuperación.
Sin embargo, hay distintos tratamientos para tratar de curar la tendinitis. Se aconseja la terapia de aplicar frío y calor en las primeras fases de la enfermedad; mientras que la terapia con calor produce más beneficios después de varios días de dolor. Simplemente se trata de aplicar compresas frías o al vapor, mediante bolsas de agua sobre las partes afectadas.
En algunos casos se optará por inmovilizar el tendón mediante vendajes elásticos compresivos o aparatos ortopédicos. Si la inflamación es producida por uso excesivo de la zona afectada, se recurrirá al reposo absoluto para evitar agravar el problema. 
Es importante tener en cuenta que una alimentación rica en vegetales, el consumo de alimentos que contengan magnesio, silicio y suplementos de Omega 3; contribuyen a desinflamar y fortalecer los músculos y tendones. ¡Un estilo de vida saludable es su mejor elección para prevenir la tendinitis!
ALFA