Uno de los efectos más conocidos de los masajes es eliminar el estrés; se considera la terapia más antigua utilizada por el hombre para aliviar dolores y traumatismos. Los griegos y romanos practicaban los masajes como una terapia de relajación.

El medico griego Hipócrates, considerado el padre de la medicina occidental, solía prescribir masajes a sus pacientes a quienes indicaba que tenían que acudir a expertos en el arte de realizar fricciones.

Desde épocas inmemoriales ha demostrado ser una terapia efectiva para aliviar el estrés y armonizar las emociones. Es sumamente útil para tratar las contracturas producidas por la tensión emocional, malos hábitos posturales y levantamiento inadecuado de peso.

Un masaje realizado por un terapeuta, con una duración aproximada de entre treinta minutos y una hora, mejora considerablemente la circulación de los brazos, piernas y cuerpo en general, y le garantizará la relajación que su organismo necesita.

Un factor muy importante son los complementos en las sesiones tales como una temperatura adecuada, el uso de la aromaterapia y los aceites, incluso la cromoterapia y la musicoterapia.

Los efectos terapéuticos físicos y emocionales de los masajes están comprobados. A lo largo de la historia se han realizado descubrimientos y se han desarrollado diversas técnicas para ayudar al cuerpo a eliminar el estrés.

Existen las técnicas más utilizadas para realizar masajes de relajación, se encuentran las siguientes:

  • Masaje Suizo: en este tipo de masaje el que el terapeuta utiliza sus manos, antebrazos y codos para trabajar los grupos musculares.
  • Masaje Shiatsu: se realiza con los dedos, nudillos, palmas de las manos, codos e incluso la rodilla, aplicando presión en los doce meridianos de energía, provocando reacciones en el organismo.
  • Quiromasaje: es la técnica más antigua, se realiza exclusivamente con las manos y dispone de variedad de formas para estimular el funcionamiento de los procesos fisiológicos. Es especial para relajar los músculos contracturados o para las descompensaciones producidas por las malas posturas, problemas músculo-esqueléticos y lesiones.

Entre sus beneficios está que mejora la irrigación sanguínea en todos los tejidos, reduce la hipertensión, ayuda al sistema linfático en su labor de arrastre de los residuos que deben ser eliminados y relaja el sistema nervioso favoreciendo la relajación y el sueño.

  • Masaje del tejido profundo: consiste en la manipulación de las capas superior e inferior de músculos y tejidos, ejerciendo presión intensa por parte del masajista. Se utiliza para reducir la tensión o el dolor de músculos y tejidos conectivos
  • Masaje con piedras calientes: consiste en la colocación de piedras calientes en la espalda que transfieren el calor a músculos y tejidos, liberando la tensión y promoviendo la relajación. Otra modalidad de este tipo de masaje es utilizar piedras frías, que pueden ayudar a los músculos adoloridos por lesiones relacionadas con el ejercicio o hinchazón. Algunos masajistas emplean piedras tanto frías como calientes para contrastar o para distintos propósitos curativos.

Si nunca se ha realizado un masaje de relajación, este es el momento indicado, sin lugar a dudas, notará la diferencia, y tanto su cuerpo como la mente se verán beneficiados por esta terapia tan eficaz.

ALFA