La finalidad de los acabados en la joyería es aportar color y textura a las piezas, a través de diferentes técnicas que ofrecen increíbles posibilidades creativas. Con estos procesos, se realza el diseño original de la joya, destacando el tono del metal, y su estructura adquiere una nueva dimensión con prácticas que se realizan habitualmente en la cara externa o visible de la prenda; los acabados más utilizados para este propósito son los siguientes:
Acabado liso: se hace usando pastas, puliendo la pieza con cepillos y paños, por lo mínimo a 2200 revoluciones por minuto. Existe una gran diversidad de mezclas que hace desaparecer las rayas en el metal, a veces llamadas también abrasivos; por ejemplo, el cuarzo pulverizado; con esto se logra una superficie brillosa, obteniendo una joya con múltiples reflejos, luego se utiliza el “rough”, otra pasta con la cual se obtendrá un alto brillo denominado “etapa lustrado”.
Acabado martillado: se consigue golpeando el metal con un martillo, sacando formas de agujeros, según sea la punta del mazo. Para realizar este trabajo, se coloca algo duro debajo del metal; puede ser una plancha de hierro. La prenda se endurece mientras se golpea, por eso hay que recocer algunas veces, antes de seguir martillando.
Acabado estampado: se usan diferentes elementos que puedan marcar el metal al golpearlos con el martillo o al ser expuestos a presión contra la aleación. Es una labor que puede tener distintos modelos, entre puntos, trazos, figuras… todo dependerá del diseño elegido.
Acabado labrado: es uno de los más bellos acabados que se le pueden dar a una joya, haciéndose de dos maneras. Primero, mediante el uso de buriles bien afilados; con ellos se hacen diversos grabados sobre el metal. Segundo, es posible por medio de un torno de mano, produciendo hermosas texturas con las diferentes puntas diamantadas.
Acabado esmaltado: el esmaltado a fuego es aquella técnica en la que se aplica un esmalte compuesto de materias vítreas al metal. Se administra de varias formas, ya sea por vía seca o húmeda, y luego la prenda se introduce en un horno a temperaturas que oscilan entre los 700°C y 950°C; este método no solo aporta belleza, sino que añade diversos tipos de coloraciones.
Acabado mate: se consigue a través de un proceso sintético y mediante productos abrasivos. Igualmente se puede hacer un arenado, protegiendo las partes que se quieren conservar intactas, para ello se suelen emplear sopletes de arena; otra técnica que se maneja mucho es frotando la pieza suavemente con un poco de lana de acero.
En la joyería existen muchos acabados, para darle a las joyas una condición propia, conveniente a cada gusto. Aproveche el mes de las madres para obsequiarle a su mamá una alhaja que la haga sentir única y apreciada; busque dentro de estos transformadores estilos, aquel que sea acorde con la personalidad de la mujer más importante de su vida; hágala feliz, con un recuerdo que siempre estará con ella. En el canal “YouTube” “utopic_US TV”, le muestran la técnica del esmaltado.
Definitivamente, son el mejor regalo que se puede ofrecer!