El jade jadeíta está compuesto por piroxeno jadeíta, es un silicato de sodio y de aluminio raro y más precioso que la nefrita. Es la más apreciada en el mundo de la joyería; y también por su comodidad. Joya Energie comercializa sólo jade jadeíta.

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La denominación Jade cubre dos minerales distintos: el jade jadeíta y el jade nefrita, que se forman bajo presiones muy altas, 10.000 atmósferas, pero a una temperatura bastante débil de 200 a 300 grados. El geólogo francés, Alexis Damour distinguió estos dos jades en 1863. Describió y nombró el jadeíta en esta fecha, después de haber observado una variedad de jade, cuya composición era diferente de la variedad que había observado casi 20 años antes en 1846.

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Estos dos jades forman parte de la familia de los silicatos. Existe otra roca que forma parte de la familia de los silicatos que es muy parecido a estos dos tipos de jade, es el kosmochlor, un silicato verde esmeralda. Esta roca ha sido descrita en 1897 por el mineralogista alemán Hugo Laspeyresqui quien lo observó en un meteorito ferroso cerca de Toluca, en México. De donde el nombre del kosmochlor, del alemán kosmischle (cósmico) debido a su origen meteorítico y del griego Khlôros (verde) por su color.

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El jade jadeita está constituido por piroxeno jadeita, el cual es un silicato de sodio y de aluminio raro y más precioso que la Nefrita. Si estas dos rocas son comercializadas bajo el mismo nombre de jade, el jadeita queda como una piedra más dura, más fina, con los verdes más llamativos. Es la más apreciada en el mundo de la joyería y de la energética.

La mayor parte de los jades son verdes, de verde muy pálido, incluso se ven desde prácticamente blancos (jade puro), al verde vivo y tierno. También podemos encontrar jades raros naturalmente rosas y malva que contienen hierro y manganeso, y jades negros coloreados por el titanio. Los jades azules-verdes y azul oscuro, respectivamente denominados jade de Olmecas y jades de los Mayas, provienen de América central, gran productora de jade.

El jadeíta es alocromático, lo que significa que puro, es naturalmente transparente, incoloro. Pero en realidad, es translúcido, blanco o gris pálido, debido a las impurezas y debido a los defectos en la red cristalina. El jadeíta de una gran pureza es raro. Generalmente es casi opaco y coloreado por ciertos metales presentes de transición en forma de rastros: hierro principalmente, titanio, cromo, manganeso.

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El color más frecuente es el verde, del más claro al más oscuro. Más raramente, otros tintes son posibles: verde azulado, azul, rosa-morado, púrpura, moreno-anaranjado. Su brillo es vítreo o subvítreo, ligeramente nacarado cuando la estructura es fibrosa, perlado sobre la escisión, grasoso sobre las caras pulidas. Su rastro es blanco.

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Carta de identidad del Jade Jadeíta

El jade jadeíta forma parte de los piroxenos, significando en griego, » fuego extranjero». Su familia de minerales es el grupo del inosilicatos, es decir los silicatos fibrosos. Por otra parte el prefijo inos en griego antiguo se traduce por fibra. Los silicatos son unas sales que combinan la sílice con otros óxidos metálicos, tales como el aluminio, el magnesio, el hierro, el calcio, el potasio o incluso el sodio. Constituyen la más importante familia de minerales, cerca del 97 % de la corteza terrestre. El jadeíta forma parte de los silicatos ferromagnesianos, como el peridotos o los granates.

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Los minerales que se encuentran en el jade jadeíta también se puede encuentran en nuestro organismo, como el hierro, cobre, cromo, magnesio.

El hierro es el elemento indispensable en la fabricación de la hemoglobina roja de los glóbulos y en la mioglobina de los músculos. Cuando las necesidades de hierro no son satisfechas, consecuencias se hacen sentir sobre el cuerpo, como el cansancio, la disminución de las manifestaciones (actividades) intelectuales, la fragilidad frente a perturbación.

El cromo, es un oligoelemento esencial necesario para el metabolismo de los glúcidos cuya carencia puede propiciar una hiperglicemia.

El sodio desempeña un papel importante en el estado de hidratación del organismo. También ayuda a mantener el equilibrio ácido-base y es esencial en la transmisión de los impulsos nerviosos así como la contracción muscular.

El manganeso desempeña varios papeles en el organismo, pero preferiblemente es utilizado en su papel de regulador de la función inmunitaria y antioxidante. Estas dos propiedades le permiten a la vez contribuir al fortalecimiento de los sistemas de defensa del organismo y oponerse a las lesiones celulares y de los tejidos orgánicos, ocasionadas por todas las situaciones de conflicto que se celebran en el seno del cuerpo humano.


Fuentes : passeportsante.net


 

ALFA

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