Durante muchos años se ha hablado de los elixires minerales como fuente de energía creadora; ya que todas las cosas que provienen de la naturaleza poseen su energía propia. Tomando en cuenta que las primeras nociones sobre los minerales se formaron en la antigüedad, su conocimiento comenzó por el uso de las piedras recogidas en la superficie de la tierra. Estas fueron empleadas como instrumento de trabajo, confección de armas, adornos y amuletos para el hombre.
Igualmente, con el pasar del tiempo se extendió el uso de los minerales; y a su vez, se ampliaron los conocimientos sobre los mismos; así lo testifican los restos de culturas arcaicas, minas antiguas, y muchas fuentes escritas.
Aunque el valor de las piedras no era solo material, eran objeto de profunda veneración, porque se le atribuían distintas virtudes y significados; por ejemplo, en el antiguo Egipto, las gemas no solo eran usadas como ornamentos sino también, se consideraban imprescindibles por sus propiedades místicas, con los cuales se podía obtener el éxito, la fama y la fortuna; por consiguiente, desde ahí se supo que cada mineral era único y poseía propiedades que también lo hacían especial.
Y es aquí, donde entran los elixires minerales como excelentes aliados para potenciar el bienestar de las personas. ¡Preste mucha atención para aprender a realizarlos!
Primeramente, va a necesitar los minerales, recipiente de vidrio transparente, agua (preferiblemente de manantial), y envase de cristal hermético. Asimismo, elija cristales minerales de la familia de los cuarzos, evitando los minerales en terminación “ita” (fluorita, malaquita, rodocrosita…) Después de purificada y seleccionada la piedra, ubíquela en un recipiente de cristal, con agua dulce durante toda una noche. Las vibraciones específicas de la piedra magnetizarán el agua; es una infusión de la que solo debe beberse dos pequeños sorbos; será suficiente para que la piedra transmita sus eficaces energías.
Explica el astrólogo José N. García “En el momento en que nos acercamos a una piedra preciosa que está correlacionada con un planeta en particular, que tiene una vibración en particular, nosotros estamos siendo afectados positivamente o negativamente por ese objeto que tenemos cerca de nuestro cuerpo; esto es medido electrónicamente”.
Por eso, la amatista es eficaz para estimular la meditación, capacidad de concentración y estimular el pensamiento positivo. El ágata de fuego induce a un estado general de equilibrio y armonía interno; en cambio, la esmeralda, potencia la energía espiritual, profundiza la meditación y la sensibilidad.
Los elixires de rodonita y cuarzo rosa traen felicidad, amor y alegría a la vida; el cuarzo ahumado potencia las prácticas de energía y libera esquemas negativos de pensamiento; además ayuda a aceptar e incorporar nuevas experiencias para el aprendizaje.
Es bueno saber que cuando se coloca un cristal en agua para la elaboración de un elixir, queda impreso en el líquido toda la carga vibratoria del mineral. ¡Su equilibrio perfecto nos transmite esa cualidad que nos nivela, armoniza y serena!
ALFA