Es momento que su organismo se prepare para eliminar las impurezas que recibe del exterior, empezando desde la contaminación ambiental y terminando con todas las toxinas que se introducen en su cuerpo, pues estas van perjudicando y acelerando el deterioro de la piel.
Uno de los enemigos más peligrosos que altera el funcionamiento de esta y ocasiona daño celular son los radicales libres, que trae como resultado: resequedad, falta de elasticidad y aparición temprana de arrugas y líneas de expresión; la única arma para luchar contra ellos y lograr contrarrestarlos son los antioxidantes.
Los antioxidantes ayudan a revitalizar la piel y renovar las células del organismo; asimismo, producen el colágeno necesario para mantener la elasticidad y belleza de la piel.
Las vitaminas A, C y E, los betacarotenos, el zinc y el selenio son los encargados de actuar eficazmente para revertir el daño celular y atenuar el envejecimiento prematuro. Tenga en cuenta incluir diariamente en su dieta dosis de estos alimentos ricos en antioxidantes, que retardan la oxidación celular, protegen de numerosas enfermedades y aumentan la calidad de vida.
El betacaroteno o provitamina A necesaria para mantener las mucosas y la piel sana, se encuentra en las frutas y verduras de colores vivos, incluso en las zanahorias, arvejas (chícharos), melón, albaricoques, papayas, mangos, duraznos, calabaza, brócoli, batatas y calabacín. Estos también pueden encontrarse en algunos vegetales de hojas verdes, incluso en las hojas de las remolachas, espinacas y col rizada.
La vitamina C es necesaria para el cuerpo para producir colágeno y reparar tejidos; esto es especialmente útil para tratar la piel envejecida. La falta de vitamina C da lugar a una piel seca y áspera. Esta fuente de vitaminas se encuentra en frutas, verduras frescas y hortalizas en general.
La vitamina E se localiza en aceites de oliva y soya, frutos secos, germen de trigo, vegetales de hojas verdes y cereales.
El zinc actúa como renovador celular, favoreciendo la elasticidad y tonicidad de la epidermis; se encuentra en huevos, pescados, carnes y vísceras.
El cobre incrementa el colágeno y la elastina necesarios para el buen estado de la piel; hígado, pescado y mariscos son la fuente principal de este mineral.
El licopeno se encuentra en las frutas y verduras de color rosado y rojo, tales como la toronja rosada, la sandía, los albaricoques y los tomates.
Es importante saber que los antioxidantes también están presentes en ciertos productos de belleza, especialmente los elaborados para evitar la pérdida de la firmeza, mejorar la textura y el tejido celular.
Si bien es cierto que consumir alimentos ricos en antioxidantes retarda el envejecimiento prematuro y disminuye los riesgos de pérdida de elasticidad, un estilo de vida saludable es el mejor antioxidante para su organismo. Recuerde: el cuidado de la piel es el cuidado de la salud.
La clave está en los antioxidantes para mejorar la piel. Me encantó este artículo, ofrece al lector sugerencias sobre cómo recuperar la belleza de la piel. ¡Gracias!
Tomaré en cuenta cada una de estas propuestas. Mi piel ha estado muy marchita por mucho tiempo. Cambiaré los hábitos alimenticios.
Es importante cambiar el estilo de alimentación, es un factor importante para embellecer la piel, muy bueno este artículo.
Muy agradecida de este importante artículo, es una buena herramienta para cuidar la piel.
Empezaré a cambiar mi estilo de vida para mejorar la salud de mi piel. Excelentes recomendaciones las que ofrecen aquí.