Han visto alguna vez los adornos dentales con joyas de los mayas, son una verdadera obra de arte, considerando la época en que esta civilización comenzó a aplicar esta técnica de incrustación dental, que tiene miles de años aplicándose; específicamente se tienen evidencias arqueológicas con una data de 2.500 años, es decir, 500 años antes de Cristo.
Pero las primeras evidencias arqueológicas provienen de la civilización fenicia, la cual aplicaba las técnicas de incrustación dental, realizando tallados de distintas formas y figuras, para insertar en la cara frontal de los dientes, algunas piedras y metales preciosos que asemejaban prendas o joyas con combinaciones de oro y/o jade.
Sin embargo, esta civilización maya que hacía lo mismo que los fenicios, estaba ubicada en la antigua Mesoamérica, lo que hoy día es Centroamérica, a miles de kilómetros de distancia de los fenicios, en una época que no era probable que se comunicaran. Cabe mencionar, que esta civilización ha sido reconocida por sus grandes logros astronómicos y científicos, por lo que no es de extrañar que haya desarrollo eficazmente esta técnica de incrustaciones dentales, para honrar a sus dioses, ya que más que una moda entre ellos, era como una costumbre muy arraigada; que se evidencia según las evidencias arqueológicas encontradas.
Los aportes de la civilización maya fueron mucho más allá de sus majestuosas construcciones, las cuales daban fe de sus profundos conocimientos sobre la arquitectura, que hoy día pueden observarse en las enormes pirámides y templos que aún siguen en pie, y que fueron construidos sin necesitar tecnología alguna. Los mayas también tenían conocimientos de la dentadura humana y sus cuidados, por lo que dejaron evidencia de su manejo de la odontología cosmética.
Por estas razones, las evidencias arqueológicas han demostrado que no sólo los fenicios aplicaron esta técnica, ya que la civilización maya aplicó la técnica de incrustaciones dentales, cuando comenzaron a usar los alvéolos de las conchas marinas para realizar implantes dentales para sustituir las piezas que se les habían caído, pero, además, aprovechaban la oportunidad para insertar piedras preciosas como el jade, cuarzo u obsidiana en las piezas dentales que colocaban en la dentadura.
Es importante señalar, que dichas incrustaciones dentales, las usaban más que todo la llamada aristocracia de la sociedad maya, con la finalidad de demostrar su estatus social y su poder; y se sometían a dolorosos procedimientos para tallar los dientes, para lo cual usaban taladros de hueso o madera dura, impregnados con un abrasivo natural; después de haber dormido a la persona, usando para ello algún alucinógeno u otras plantas con poder analgésico, para que no sintiese tanto dolor, las cuales se convirtieron en la típica anestesia.
El nivel de conocimiento sobre la dentadura fue aumentando, al punto que los aristócratas contaban con sus propios dentistas, quienes se especializaban en las técnicas de incrustaciones dentales, y colocaban adornos con piedras y metales que simulaban joyas, para aumentar el atractivo o belleza de las dentaduras, lo cual hoy día se vería como algo extravagante e inapropiado.
Estos dentistas mayas solían cortar o limar algunos dientes, con la finalidad de que éstos se viesen más llamativos y hermosos, según el concepto de belleza que ellos manejaban en ese entonces; incluso existen algunas evidencias arqueológicas, que consisten en dentaduras con pequeños agujeros donde aparentemente se ubicaban piedras preciosas, lo cual le otorgaba a la sonrisa una belleza radiante; que hoy día sería una sonrisa muy costosa.
Diversos estudios antropológicos han constatado que casi todos los ciudadanos mayas, independientemente de la clase social a la que pertenecían, decoraban sus dientes con adornos hechos con piedras preciosas y oro, utilizando un adhesivo natural para fijarlas.
El resultado de estos procedimientos solía ser prácticamente perfecto, lo cual ha demostrado el alto nivel de conocimientos que tenía de la odontología, evidenciándose un gran dominio de la técnica, pulso y precisión, ya que evitaban el daño del diente y el nervio.
Tanto fenicios como mayas dejaron sus legados en el ámbito de la odontología, pero no fue sino hasta la Edad Media, cuando se comenzó a tomar conciencia sobre la importancia de la higiene dental, gracias al trabajo de Guy de Chauliac, quien desarrolló prácticas que influyeron en la odontología moderna, así como Giovanni Da Vigo, quien destacó en esa época por ser uno de los primeros médicos que utilizaron hojas de oro para obturar las caries.
Es así como, durante miles de años, las piedras preciosas y los metales usados en la joyería moderna, han sido elementos fundamentales para elaborar adornos usados para embellecer el cuerpo humano, incluso la dentadura, como hemos relatado a lo largo de este artículo. Se atrevería usted a incrustarse en sus dientes; por ejemplo, unos rubíes o unos diamantes, suena alocado verdad, pero el abanico de posibilidades está abierto, la modas cambian y con ello los estilos de vida y las preferencias de la gente.
ALFA