El concepto de Feng Shui es utilizado para referirse a estados de equilibrios en espacios físicos, según la influencia de la energía vital de naturaleza. Esta interesante filosofía que permite llevar armonía a los espacios y a sus habitantes fue desarrollada hace 4000 años en China.
Las primeras referencias históricas que se conocen sobre el Feng Shui aparecen en el Libro de los Sepulcros. En este texto se explica la definición de Feng Shui—traducida literalmente como viento y agua—como el comportamiento de la energía o Chi y cómo esta influye en los paisajes a través de los Cinco Elementos; agua, tierra, viento, fuego, metal.
Según los textos que versan sobre la historia de esta filosofía, la milenario población China que creció frente al rio Amarillo, temía por la seguridad de sus vidas y hogares como consecuencia de una posible inundación. Por esta razón eran fervientes vigilantes de la naturaleza y su comportamiento y se basaban en la información que esta les proveía para escoger un buen sitio en donde vivir.
La importancia de esta práctica llego a ser tal, que durante la China Imperial su conocimiento se trató como un asunto de Estado, siendo los conocimientos más profundo reservados para los miembros del gobierno. Sin embargo y debido al inicio de República, el feng shui se relegó en grado de importancia y los estudiosos del mismo, prefirieron resguardar los conocimientos en Taiwán y Malasia.
Desde el punto de vista práctico se consideran dos escuelas de esta disciplina, que son San He y San Yuan y cada una hace énfasis en elementos primordiales para implementar los conocimientos teóricos. La escuela de San He, se traduce literalmente como “tres armonías” y se fundamenta en la observación del entorno, de las calles, los atardecer y las formas. Mientras que la escuela San Yuan se ayuda con el uso de instrumentos como las brújulas para permitir que los practicantes encuentren su espacio, físico y mental, más fácilmente.
Desde el punto de vista gráfico, el concepto del Feng Shui se representa mediante el símbolo del Ying y el Yang, expresando la perfección y el equilibrio, tal y cómo debe suceder en la Tierra. Esto quiere decir que el equilibrio debe estar en todos los ambientes en los que se desenvuelve una misma persona, para lograr sentir la energía del Chi como representación de las dos energías principales del Universo; agua y viento.
Todos los elementos y filosofías sobre el Feng Shui solo buscan la mejor forma de aprender a dejar fluir la energía del Universo, concentrando la mayor cantidad de “Chi” en los espacios que se deseen arreglar. La aplicación de toda esta práctica requiere de tiempo y varios estudios para definir las mejores opciones tomando en cuenta ubicación y entorno específico de cada lugar, así como algunos datos relativos a los habitantes de los mismos.
ALFA