LLOVIZNANDO: EL ÓPALO RARO DE MÉXICO

Caracterizados por un exquisito juego de matices que incluye casi todos los colores del arcoíris, los ópalos abarcan una gran variedad de gemas entre las cuales, el lloviznando es uno de los más raros que existen en todo el mundo. Específicamente, esta variedad de ópalos constituye uno de los iconos de México en el mundo, siendo los distritos mineros de Querétaro y Magdalena ubicados al centro del país, los más bendecidos con depósitos de esta piedra preciosa, gracias a la geología que poseen.

Si bien, a veces los lugareños también escriben la palabra “llovisnando” para hacer alusión a esta gema, se cree que la explicación del origen particular del nombre lloviznando está asociado a un fenómeno de llovizna muy común en el altiplano mexicano y que ocurre durante la temporada de lluvias. En esta época, la luz del sol atraviesa cada gota de lluvia para reflejar a través de ellas un arcoíris, en el que, por unos minutos, cada una representa un eje del color en movimiento.

Muchos conocedores no comparten este origen del nombre y, a menudo, suelen referirse a él como “el ópalo de agua”, ya que posee un cuerpo casi transparente o ligeramente azulado, aunque a veces exhibe un tono amarillo pálido; pero, lo cierto es que, al tenerlo en las manos, es posible girar esta gema para interactuar con un espectro completo de colores, que escapa desde el centro del ópalo, reflejando en su superficie todos los colores del arcoíris, como si estuviesen flotando sobre ella. Tal vez esta sea la explicación del porqué al día de hoy los mineros locales y comerciantes llamen a este juego de luces, “luz flotante” o “lloviznando”.

A pesar de que existe una gran variedad de ópalos en México, dadas las características particulares de esta gema y aun cuando provengan de la misma piedra o se talle con la misma forma, es imposible que hayan dos ópalos lloviznando iguales, convirtiéndose por ello en una de las gemas más raras, bellas y valiosas de México.

A través de la historia los ópalos mexicanos, han cautivado con su mágico juego de colores a quienes les han conocido. Siendo usados antiguamente por los aztecas en sus ornamentos ceremoniales y, aun hoy, es una gema muy buscada, no solo por su gran belleza, sino también porque se cree que, al estar asociada a la confianza, pureza y serenidad, ayuda a obtener el más alto nivel espiritual; además de ser la piedra de los nacidos en el mes de octubre.

De modo que, si usted desea obtener un ópalo lloviznando, nuestro consejo será que, al viajar a México, lo adquiera en establecimientos que le ofrezcan garantía, ya que, algunas veces, el ópalo mexicano es extraído y comercializado sin haber alcanzado la maduración completa y termina sufriendo fracturas e incluso manchas blancas, que podrían estropearlo. Pero, si sigue este consejo, le aseguramos que la luz y los colores del arcoíris que viven en su interior, le acompañarán siempre para traer bendiciones a su vida.