La llamada línea del ecuador atraviesa el globo terráqueo por el centro, convirtiéndolo en norte y sur, según Holguer Jara, arqueólogo, «No debemos hablar de un espacio milimétrico, en realidad debemos hablar de una franja ecuatorial, o de un valle equinoccial, un espacio que lo compartimos algunos museos, algunos espacios culturales» y agrega, «La mitad del mundo es una línea imaginaria, pero no debemos tomarla como una línea, sino más bien como una franja, de un ancho que –según los expertos- debería ser siquiera de unos 5 km».
Florencio Delgado, arqueólogo y antropólogo de la Universidad de San Francisco, utilizaría una metáfora futbolística: «Es como si le amarras una soga a una pelota de fútbol. Si se mueve la soga un poquito más abajo o más arriba no importa. Y si quieres hilar más fino, depende del grosor de la soga. ¿Qué tan ancha tiene que ser la línea ecuatorial? ¿Le ponemos de 100 metros, un metro, 50 centímetros?». bbc.com
El Museo Solar Intiñán es un museo que se consigue en la periferia de la ciudad de Quito, fue construido en 1989, alrededor de un par de chozas centenarias y como una manera de redimir la cultura de los pueblos equinocciales y de los indígenas Lulumbamba.
El papá del director del Museo Intiñán, es el periodista y profesor Humberto Vera, pionero en la investigación de los primeros astrónomos de América o Quitu Caras, sobre la Línea Equinoccial y además es el que propone y realiza la pintura de la línea roja ecuatorial, en el monumento construido en San Antonio de Pichincha en 1936, para dar a conocer la mitad del Mundo, y por lo tanto al país Ecuador; esos documentos pueden ser consultados y revisados, solicitando previa cita, en las instalaciones del Museo de Sitio Intiñán.
Desde este curioso museo, los turistas que acuden diariamente, pueden disfrutar de la forma como sepultaban a los muertos, animales disecados, la crianza del cuy, o conejillo de indias que es un alimento tradicional de los Andes, cuya carne ha experimentado un ‘boom’ gastronómico en los últimos años no sólo en el Perú, sino en América del Norte.
Este museo es una joya que representa fielmente la cultura y artesanía del Ecuador, cuenta con dos chozas originales de asombrosa construcción del amazonas, además tiene una línea que divide los dos hemisferios, ofrecen entretenimiento invitándole a parar un huevo en la cabeza de un clavo y si lo logra recibe un certificado, si acepta, le colocan un sello en su pasaporte haciendo alusión a que estuvo parado en la mitad del mundo y otra serie de entretenimientos que no se debe perder. tripadvisor
«Históricamente solo se ha considerado el trabajo de las misiones geodésicas francesas y se ha subestimado la posibilidad de que los indígenas, antes de la conquista española, hubieran desarrollado una conciencia astronómica», señaló Cobo a BBC Mundo.
Este investigador considera que Catequilla fue utilizado como un observatorio astronómico que demuestra la existencia de esta conciencia entre los grupos prehispánicos y agrega: «Esperamos encontrar evidencias de que esta sociedad sí tuvo conciencia de una latitud cero, pero no hemos encontrado todavía una prueba de eso». Pero no todos comparten la idea de Cobo.
ALFA