Vivimos tiempos de complejidad, el estrés nos absorbe con la dinámica del día a día, asumimos mayores responsabilidades y trabajamos mucho, este ir y venir indetenible en ocasiones nos genera desequilibrios o cargas de energías negativas, para lo cual existen oraciones rituales y para realizar limpiezas espirituales del cuerpo, el alma y nuestro hogar como recinto de paz.
Con el poder de la oración los arcángeles están a su disposición, siempre orientados a brindar sus energías angelicales a quienes los invocan; en el caso de San Miguel de Arcángel se prende una vela blanca y mientras la enciende pronuncia esta oración, “Que así como esta vela se consume, se consuman todos los obstáculos que me impidan ser feliz y quede yo libre de todo lo malo visible e invisible y que San Miguel Arcángel se encargue de eliminar todo lo negativo que puedan enviarme para que no llegue ni a mí ni a ningún otro ser, “Gracias Padre que me has oído. Amen”.
Para limpiar su hogar realice un recorrido por cada rincón de la casa con la vela blanca encendida, visualizando cómo su luz emana los dones de cada ángel, limpiando cada rincón de su casa, no deje de imaginar que estos seres angelicales lo acompañan formando un círculo de poder espiritual a su alrededor.
El agua es un elemento que la Tierra nos ofrece para purificar y armonizar el espíritu, bañarse o nadar en agua salada se considera una forma de limpieza espiritual, por eso en algunas regiones del mundo es común escuchar “date una baño de playa para alejar esas malas energías”, medite y reflexione sobre sus acciones, pida con fe, porque el agua tiene el poder de la renovación y renacimiento, por medio de ella curamos, purificamos y rejuvenecemos el alma.
Si está en su casa, vaya al baño, prepare la bañera con agua fría, sales marinas y canela, encienda una vela blanca agradeciendo al Espíritu Santo, a su Ángel de la Guardia o Santo de su preferencia, sumérjase y realice su ceremonia espiritual.
Para la limpieza de su vivienda, disponga de un vaso de cristal por cada habitación, baño y todos los espacios de la casa, agregue y disuelva sal marina en cada uno de ellos, ubique los vasos en un rincón de cada espacio del hogar, uno a uno encienda una vela blanca para que acompañe cada vaso.
Luego, proceda a encender un incienso de sándalo, que también puede mezclar con mirra y canela, el humo producto de esta mezcla lo irá esparciendo por cada pared de su casa, teniendo sumo cuidado de esparcirlo por todos los rincones de su hogar; cuando haya finalizado los vasos deberán permanecer tres días en el sitio donde los dejó, luego retirarlos, botar el agua salada y dar las gracias por haberle ayudado.
A través de las limpiezas espirituales lograremos purificar el aura y nuestro entorno, para alejar los pensamientos perturbadores y las emociones discordantes
ALFA