El licopeno es una potente sustancia natural con múltiples propiedades que ofrece beneficios a la piel y la salud. Es la responsable del color rojo de algunas frutas y verduras, pero se encuentra especialmente en cantidades elevadas en el tomate y sus derivados.
El tomate es una de las frutas tradicionales y más utilizadas al momento de cocinar; sin embargo, su uso en la gastronomía va mucho más allá de preparar ricas salsas. Este vegetal tan valioso, es sin duda, una fuente inagotable de antioxidantes; siendo rico en potasio, magnesio, minerales y Vitaminas A y C. Entre sus otras propiedades beneficiosas para el organismo:
Actúa como remineralizante, desintoxica el organismo y se encarga de purificar el hígado. Es excelente para tratamiento de acné, por sus características desengrasantes; además es ideal para bajar de peso por su bajo contenido calórico. Ayuda a mantener los huesos y dientes sanos, por su elevado contenido en calcio; evita la caída del cabello, a la vez actúa como refrescante y calmante ante quemaduras solares. Se ha demostrado que el consumo diario de tomate protege la piel contra los rayos solares y ayuda a que la cicatrización de las heridas sea más rápida.
Este maravilloso vegetal también lo puede convertir en un excelente tratamiento de belleza natural para el beneficio de su rostro, por su poder antioxidante; ya que su alto contenido en licopeno estimula la producción de colágeno retardando el envejecimiento prematuro; ayudando a mantener la piel firme, y retrasando con ello la aparición de las primeras líneas de expresión.
Para conseguir una piel radiante y devolverle al rostro su lozanía y luminosidad, el tomate es el aliado perfecto para tratamientos faciales. Asimismo, si tiene la piel grasa y con presencia de puntos negros, una mascarilla preparada en casa le aportará todos los beneficios que su piel necesita.
Para una crema limpiadora necesitará de dos tomates maduros y 30 gramos de glicerina. Lave y pele los tomates; tritúrelos y mézclelos con la glicerina, luego aplique esta mezcla en todo el rostro durante 15 minutos, después retire con abundante agua. Para exfoliar solo necesitaría agregar un poco de azúcar a la mezcla y aplicar en forma de círculo con la yema de los dedos. Si desea eliminar puntos negros, debe cortar un tomate maduro por la mitad y frotar la zona que desea sanar; deje actuar durante 10 o 15 minutos, y enjuague con abundante agua tibia. ¡Notará la diferencia!
También conviene tomarse un vaso de jugo de tomate en ayunas unas cinco veces por semana o ingerir entre tres y siete miligramos de licopeno al día, con el fin de favorecer la producción de colágeno y poder evitar la presencia de los radicales libres que son los responsables de la pérdida de firmeza y lozanía en la piel.
Este vegetal valioso no solo le proporcionará salud a su organismo, sino también conservará su belleza natural. ¡Devuélvale el brillo a su cutis y cuerpo con un milagroso tomate!
ALFA