Ya pasó la etapa en la que nadie la mira y de pronto tiene a varios hombres tras sus encantos. No se desespere, elija al mejor. No cometa la locura de salir con ambos, mejor analice sus cualidades y el grado de compatibilidad que tienen con usted, para así conocer el nombre del hombre que le quitará el sueño.

Las mujeres inteligentes saben que los hombres perfectos sólo existen en las películas; sin embargo, dentro de usted está la imagen exacta del hombre de sus sueños. Por lo tanto, expréseles a todos los solicitantes de su amor los requisitos mínimos que deben cumplir para ocupar la cotizada vacante que hay en su corazón.

Siempre pida lo que necesita, nunca se conforme con menos, pues el encanto, tarde o temprano, se extinguirá. De la misma manera que usted tiene un perfil acerca de su hombre ideal, ellos también tienen algunas peticiones que hacerle. Así que dese el tiempo para escucharlos y saber qué esperan de usted cada uno de sus enloquecidos candidatos. Evalúe sus respuestas y descubra qué estaría dispuesta a hacer y qué no. Jamás haga algo que no quiera sólo para complacer a un hombre o argumentando que lo efectúa «en nombre del amor».

Es bastante agradable que todas sus amigas se preocupen mucho por su bienestar sentimental, pero en cuestiones de amor, y sobre todo en el momento de elegir pareja, lo mejor es que sea un poco egoísta y sólo escuche la voz de su interior. Olvide lo que opine la gente y prefiera al que usted quiera, no al que le escojan los demás. No importa que el mundo piense que sale con un hombre nada atractivo; si para usted es Brad Pitt, ¡está bien!

Pero si el hombre que está tratando de conquistarla tiene fama de machista, híper celoso, infiel y posee un enorme corazón de condominio, sería muy inocente imaginar que, al salir con usted, todos esos malos hábitos desaparecerán como por arte de magia.

Aunque al principio todos le bajen la luna y las estrellas, mantenga los pies sobre la tierra y no se vaya con los primeros piropos. ¡Esté alerta! Elegir al protagonista de su historia de amor no es cosa fácil. Si bien no es recomendable que demore mil años para decidirse, pues los hombres se podrían llegar a cansar de tanto esperar o podría llegar otra que se lo quite por indecisa, tampoco es bueno presionarse y hacer una elección precipitada.

No se ponga plazos, sólo escuche su corazón; éste le dará la respuesta adecuada en el momento oportuno. Pregúntese quién le da más y quién le pide menos. Tómese su tiempo para analizar los antecedentes románticos de sus candidatos y para preguntarse a sí misma quién es el indicado.

ALFA