Cómplices de una gran historia, muchos sitios guardan gran importancia para entender la cosmovisión maya, siendo Guatemala un país con varias ruinas arqueológicas, entre las cuales Iximché destaca como una de las más importantes. Originalmente diseñada como una fortaleza, para que la tribu Kaqchiquel, soportara los ataques de sus enemigos los Quiches, esta ciudad que fue construida sobre una meseta casi inalcanzable, rodeada por barrancos, posee un gran valor histórico, que sin dudas radica en haber sido la última ciudad maya y la primera ciudad española.
Conocida también como la primera capital de Guatemala, etimológicamente su nombre se forma por los vocablos en maya Kaqchiquel : Ixim, que significa maíz y Chée, que significa árbol, en clara referencia a una especie de árbol conocido como “ramón” (nombre indígena para la especie Brosimum Alicastrum), ya que su semilla era usada por ellos como alimento en sustitución del maíz, cuando las cosechas de este no eran abundantes, dada también, la cantidad de estos árboles presentes en el lugar.
Ubicada a tan solo 3 kilómetros del municipio de Tecpan, departamento de Chimaltenango, Iximché se ha convertido en un lugar muy visitado por turistas y habitantes de Guatemala, amantes de la cultura maya. Por lo que desde 1964, los 15.570 metros cuadrados que ocupa y sus más de 160 estructuras mapeadas, forman parte de las áreas protegidas de este país, administradas actualmente por el ministerio de antropología e historia.
Las ruinas de esta antigua ciudad, que en su momento fue el hogar de 15.000 personas y también un importante centro ceremonial; se encuentran dividas en seis plazas, de las cuales solo tres de ellas han sido excavadas. Sin embargo, en nuestro recorrido por Iximché, podremos encontrar varias estructuras de palacios y templos de hasta 10 metros de alto, además de pequeñas plataformas ceremoniales, dos campos de pelota maya y un museo con los hallazgos arqueológicos encontrados en la zona. Aunque, una característica predominante es el color verde, muy abundante en la vegetación que le rodea; como si se tratase de un vestido de grama.
El recorrido por las ruinas de Iximché, inicia con una escala en el museo ubicado en la entrada. Un lugar en donde podremos apreciar, además de una maqueta con la distribución de la ciudad, réplicas de las joyas que usaron los reyes mayas y varias reliquias. No obstante, el mayor atractivo lo representa el conjunto arquitectónico, si bien algunas estructuras fueron invadidas por raíces de árboles, o están parcialmente destruidas por el paso del tiempo y el material del que están hechas, aún conservan el toque y encanto de la cultura maya.
Al final del recorrido, nos espera una experiencia diferente, pues hay un espacio que se ha convertido en el lugar sagrado y de peregrinaje para varias comunidades mayas, que llegan a realizar diferentes ceremonias, según el calendario maya. Si bien, Iximché no se compara en tamaño con otras ruinas mayas, la energía y tranquilidad que transmite este lugar es única y atrayente. ¡Atrévase a visitarla!
ALFA