Las joyas prehistóricas forman parte del arte en todas sus manifestaciones. Estas contienen elementos característicos que las identifican en el tiempo. Incluso antes que apareciera la lengua, hablada o escrita, ya existían registros de la joyería. A través de la historia de la humanidad, las joyas han ayudado al hombre a contar con el cuidado de los dioses. También como símbolo de un estatus social. Así como a mejorar su apariencia, una de las finalidades que se le atribuye a la joyería desde hace 5.000 años.
Es un hecho reconocido que la primera necesidad espiritual de estos primeros hombres era la decoración de sus cuerpos. Por esta razón tanto la joyería, como el arte, representaban una ventana al alma de la humanidad. Uno de los primeros elementos que separaron al hombre del reino animal. Por ende, fabricar y llevar joyas formaba parte del deseo de capturar la esencia de la belleza. Era un símbolo de reconocimiento de sí mismo. De sentir el poder que llevaban dentro de sí. Ese que los hacía líderes innatos.
¿Cuáles fueron las primeras joyas prehistóricas?
En líneas generales, las primeras joyas fueron conchas de moluscos y los restos más antiguos de estas joyas prehistóricas fueron descubiertos en una cueva de Blombos, Sudáfrica. Este hallazgo se cree que proviene de la Edad de la Piedra, hace unos 75.000 o 100.000 años.
Las conchas encontradas tenían perforaciones por lo que se presumió que eran para ser usadas como colgantes. Para ese entonces, las joyas eran fabricadas a partir de materiales naturales. Estos se encontraban disponibles muy fácilmente. Entre ellos se pueden mencionar: dientes de animales, huesos, varios tipos de conchas, piedra tallada y madera.
Por lo tanto, se cree que las joyas prehistóricas aparecieron como un elemento funcional. Eran utilizadas para sujetar las prendas de vestir. Más tarde su uso como un ornamento estético, o para un uso espiritual y religioso. Por otra parte, se sostiene que es muy probable que las primeras piedras preciosas fueran encontradas accidentalmente durante la búsqueda de peces o moluscos.
Cabe resaltar el hecho de que estas piedras eran los objetos más duros que se conocían y sus colores, azul, verde o rojo, resaltaban entre el color gris y oscuro del lecho del río. Además, la escasez de las mismas fomentaría su uso como símbolo de riqueza y estatus dotándolas de poderes, como proteger del mal y curar enfermedades.
Avanzando más en la historia de la humanidad, nos encontramos con el hombre de Cro-Magnon, que hace más de 40.000 años impulsó la fabricación y uso de joyas cuando comenzó a migrar desde África a Oriente Medio, el Valle del Indo y al continente europeo. Así, a medida que estos primeros humanos viajaban, empezaban a recoger objetos, de tal modo que la joyería que llevaban puestas contaba la historia de su viaje.
¿Qué dicen las evidencias arqueológicas?
Con respecto a este tema, las evidencias arqueológicas resaltan los hallazgos del arqueólogo Edouard Piette en el yacimiento de la cueva paleolítica conocida como Mas d’Azil, situado en los Pirineos franceses, quien encontró collares y pulseras hechas de huesos, de dientes, de madre-perla, conchas y de piedras de colores juntas con un mismo segmento de hilo o tira de tendón animal.
Posteriormente, los hombres primitivos fueron utilizando los metales, teniéndose que los primeros indicios del uso más antiguo del oro en la joyería se encuentran en España. Allí los artefactos en metal de las Cuevas de Maltravieso en Cáceres y las cuevas de El Mirón en Cantabria remontan a la “edad de oro” del Paleolítico tardío. Pero ya la metalurgia existía desde unos 10.000 años atrás, cuando los seres humanos comenzaron a usar el cobre nativo, plata y estaño para crear herramientas y, posiblemente, las primeras joyas.
De esta manera, se descubrieron punzones de cobre que datan de alrededor de 7000 antes de Cristo en el este de Turquía. En este orden de ideas, la primera aleación de bronce no se desarrolló hasta alrededor de 3500 antes de Cristo. Marcando el comienzo de la “Edad de Bronce”.
Los hallazgos encontrados en el yacimiento de Malagana entre el 2002 y el 2007, dan fe de piezas decorativas simples realizadas con pelo y pieles de animales que no sobrevivieron al paso del tiempo, pero si sobrevivieron las piezas más antiguas realizadas de la joyería, cuyas conchas de más 110.000 años dan prueba de que la raza humana moderna usaba joyas.
La joyas prehistóricas en la actualidad
Es importante resaltar que, en la muestra de joyería actual aún podemos ver la similitud con la joyería ancestral. Observándose joyas con simbología y materiales utilizados por el hombre prehistórico. Sobre todo, en la tendencia artística de la Nueva Era, que busca la conexión de lo decorativo con lo espiritual. Y que ve en el hombre un Dios por sí mismo, cuyo poder aún no se ha desarrollado completamente.
En esta amalgama de combinaciones se basan los artistas de la Nueva Era para realizar sus diseños. Y así plasmar en sus joyas no solamente una imagen bonita y de buen gusto, sino el sentimiento, la energía y el toque espiritual que refleja creencias y principios de una corriente que tiene muchos defensores alrededor del mundo, aunque también hay muchos detractores que la definen como un fiasco.
ALFA