Cuando hablamos de Carolina de Mónaco nos referimos a la hija mayor de los príncipes Raniero III y Grace de Mónaco, hermana mayor de Alberto II, actual soberano del principado, y de Estefanía de Mónaco. Todos ellos pertenecen a la Casa Real Grimaldi, la cual es originaria de Italia y que en el año 1292 tomó el Principado de Mónaco, siendo desde entonces soberanos de ese Estado.

En la familia Grimaldi y el Principado de Mónaco, no existe una colección de joyas general y tradicional que pasen de generación en generación y que sean propiedad de la familia, sino que cada miembro tiene su colección particular la cual luce en determinadas circunstancias. Carolina de Mónaco, a lo largo de los años ha marcado tendencias en la moda y la joyería, convirtiéndose así en una referencia obligatoria para los amantes del glamour; por esa razón hoy conoceremos todo sobre sus joyas favoritas que la han hecho destacar por encima de sus pares.

  • Diadema de Diamantes Brunswick: Carolina de Mónaco a raíz de su enlace matrimonial con Ernesto Hannover, jefe actual de esa casa real ha ampliado su colección de joyas particular, ese es el caso de esta diadema la cual es de forma triangular y está elaborada toda con lujosos diamantes, ubicando tres de mayor tamaño en el centro. Su origen se remonta a la Emperatriz Josefina, esposa de Napoleón Bonaparte, pero en 1913 la joya llegó a manos de Hermann Jürgens, el joyero de la corte sajona quien la reparó y dejó en óptimas condiciones para ser utilizada por la Reina Victoria el día de su boda. La diadema estuvo desaparecida desde el año 1980 hasta 2004 cuando fue vista siendo lucida por la Princesa Carolina de Mónaco en la boda de Federico de Dinamarca con Mary Donaldson. Desde ese momento la diadema no se ha vuelto a ver.

  • Diadema floral Hanoverian: Utilizada por Alessandra Osma en su boda religiosa con el Príncipe Christian heredero de esa casa real, hijo del primer matrimonio del Príncipe Ernesto Hannover. Esta reliquia consiste en una impresionante joya elaborada en oro y plata, adornada además con cientos de diamantes en formas florales, sin duda alguna todo un espectáculo digno de admirar.

ALFA