Las intoxicaciones alimentarias son aquellas que implican riesgo a la salud y requieren de acciones rápidas. Se producen por el consumo de alimentos contaminados con diversos microorganismos o sus toxinas; usualmente no son detectables en aspecto, sabor u olor, sin embargo son la causa frecuente de síntomas como dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, con frecuencia acompañados con fiebre. Conozcamos un poco más sobre las intoxicaciones alimentarias más comunes.

Una de las intoxicaciones más conocidas es la producida por salmonela, que se origina en el tracto intestinal de los animales, principalmente avícolas y porcinos y que puede contaminar las carnes crudas, el pollo crudo, los productos marinos crudos o el huevo. Entre los síntomas más comunes de este tipo de intoxicación están las náuseas, los vómitos, los calambres abdominales, la diarrea, la fiebre y el dolor de cabeza, y pueden tener una duración de entre 1 y 2 días o prolongarse.

Otra bacteria causante de intoxicación alimentaria es la listeria monocytogenes. Es bastante común aunque pocas veces es diagnosticada. Entre los síntomas están fiebre, dolores musculares y trastornos gastrointestinales como náuseas o diarrea, así como algunos más graves como meningoencefalitis con fiebre, cefalea intensa, rigidez en el cuello, pérdida de equilibrio, o convulsiones.

Esta se trasmite por alimentos contaminados como carnes crudas y verduras, así como por alimentos procesados que se contaminan después de su transformación, como los quesos blandos, carnes frías, productos no pasteurizados de leche y los alimentos elaborados a partir de leche no procesada.

Los norovirus se transmiten de persona a persona, en lugares concurridos y cerrados como restaurantes. Es usual en alimentos como las verduras de hojas verdes, las frutas frescas y los moluscos vivos. Sin embargo es posible prevenir la intoxicación con las medidas higiénicas adecuadas.

Se contrae por la ingesta de productos contaminados, por superficies u objetos contaminados o con contacto directo con una persona infectada. Produce síntomas de gastroenteritis, como diarrea, vómito, náuseas, cólicos estomacales y en algunos casos fiebre baja, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, sensación de cansancio. No es una enfermedad grave y las personas suelen recuperarse en 1 o 2 días.

Una bacteria que habita en los intestinos de la mayoría de los mamíferos sanos y en el agua estancada es la escherichia coli. La forma más común de contaminación es consumiendo frutas y verduras contaminadas o sin lavar, también por ingerir leche sin pasteurizar, carne cruda o tomar agua infectada.

La intoxicación con escherichia coli produce con frecuencia diarrea aguda y algunos casos fiebre o fallos renales. El contagio ha sido asociado a carne vacuna contaminada y poco cocinada, así como a coles de bruselas, lechuga o salami. También pude transmitirse a través de una persona contaminada.

El Servicio de Inspección y Seguridad de los Alimentos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recomienda maximizar las medidas de higiene a la hora de preparar alimentos, evitar el consumo de productos crudos, no consumir alimentos que tengan un olor o sabor inusual, evitar la contaminación cruzada, no consumir alimentos vencidos y elegir lácteos pasteurizados.

ALFA