Las almejas son Perfectas para entrante en aperitivos pero también ideales en guisos y arroces, las almejas son una joya gastronómica sin lugar a dudas. Así, acompañadas de un toque de ajo y perejil su sabor suave fluye convirtiendo los platos en una delicia.
Este molusco es muy similar al berberecho, aunque se caracteriza por una concha más plana. No obstante, comparte con este las propiedades nutritivas, como su alto valor en hierro y yodo. Por otro lado, es importante comer solo aquellas almejas que se hayan abierto durante la cocción y desechar las que permanecen cerradas.
Propiedades de las almejas
Aunque hay diferentes tipos de almejas dependiendo del lugar que les da origen y su especie, en líneas generales estos mariscos ofrecen proteínas ante todo, son muy reducidos en grasas así como en hidratos de carbono y por lo tanto, tienen la capacidad de saciar al organismo con pocas calorías.
Entre sus micronutrientes destaca la presencia de hierro de buena calidad así como de potasio, calcio y vitaminas del grupo B dentro de las cuales predomina el ácido fólico.
Es un marisco con escasa cantidad de colesterol en comparación con otros como las gambas por ejemplo, pero sí ofrece una mínima proporción de purinas.
Por otro lado, los polisacáridos presentes en algunas almejas podrían tener propiedades antioxidantes y antitumorales como se ha observado en la almeja de agua dulce en un estudio publicado en la revista Food & Function.
Lamentablemente, como en otros animales marinos y sobre todo, en mariscos, las almejas también pueden contener cantidades elevadas de arsénico por lo que se recomienda no abusar de las mismas como señalan científicos de Taiwán.
Tipos de almejas
• Almeja fina o de Carril: por el pueblo de Galicia donde se producen, su concha más o menos ovalada tiene unas ‘cuadrículas’ formadas por costillas radiales y surcos concéntricos que se entrecruzan y son más marcados en los extremos. Su color, entre blanco y marrón claro, varía dependiendo de la arena donde se críe.
• Almeja japonesa: su concha es oscura, entre tostado, gris y negro, con estrías muy marcadas que también forma cuadrículas muy pequeñas, pero más marcadas que en la almeja fina. Italia es uno de los países en los que se cría intensivamente.
• Almeja babosa: de color gris o crema con manchas marrones, su forma es más ovalada que la fina. Presenta líneas concéntricas que se cruzan con líneas radiales más finas, pero no forman cuadrículas como las anteriores.
• Almeja rubia o roja: su concha es lisa y más brillante que otras almejas, de color amarillo, marrón rosado o con manchas marrón-rojizas.
¿Cuáles son los beneficios de las almejas?
Las almejas tienen bajo contenido en grasas, por lo que se pueden usar en dietas adelgazantes. Tienen alto contenido en vitaminas y minerales, principalmente vitamina B, potasio, calcio, hierro y selenio.
Ayuda a la memoria
Estos moluscos son muy ricos en vitamina B12, una vitamina cuyo déficit causa pérdidas de memoria sobre todo en adultos mayores, así que su consumo es recomendado a partir de los 60 años, ya que es extremadamente beneficioso. También es perfecto incluirlas en la dieta de estudiantes y personas que padecen alzheimer.
Elimina el colesterol
Como la mayoría de los mariscos de concha, la almeja es ideal para eliminar de la sangre el colesterol “malo”. Son muy bajas en grasa, pero presentan una proporción beneficiosa de ácidos grasos omega-3, con lo que consumirlas regularmente ayuda a tratar la enfermedad.
Ayudan a reducir el sobrepeso
Si te sobran algunos kilos, las almejas están hechas para ti ya que son muy ligeras, sólo aportan 76 calorías por cada 100 gramos, y muy bajas en grasas y carbohidratos. Además ayudan a reducir el apetito y a acelerar el metabolismo.
Fuente de hierro
Las almejas son muy ricas en este mineral y en consecuencia son muy beneficiosas para tratar enfermedades como la anemia. Su consumo también está indicado para las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y también para facilitar la curación de úlceras internas.
Son afrodisíacas
Si tus relaciones de pareja se ven resentidas a causa de inapetencia sexual por alguna de las partes, la almeja es un afrodisiaco natural perfecto debido a su elevada concentración de zinc y manganeso que favorecen la líbido humana.
Como ves, este tesoro marino guarda en su interior toda una serie de propiedades que hacen de él, un alimento ideal para combatir muchos males dándole un gusto al paladar. Anímate y descubre todos los beneficios de las almejas para tu salud.
Cómo hacer almejas a la marinera
El método habitual para cocinar las almejas es al vapor, pero las almejas también se pueden cocinar a la plancha o fritas “al ajillo”.
Si decidimos cocerlas al vapor, la técnica es muy sencilla. Después de tenerlas a remojo para eliminar la arena, pondremos en una olla dos dedos de agua. Cuando rompa a hervir, introduciremos sobre la olla un utensilio para cocer al vapor o, en su defecto, un colador metálico y taparemos para que se abran.
Si, por el contario, decidimos cocinarlas a la plancha, pondremos una plancha a fuego fuerte con un poco de aceite de oliva, cuando la plancha esté muy caliente echaremos todas las almejas a la vez y mantendremos el fuego fuerte. Debemos intentar que la plancha tenga bastante superficie para que quepan todas “tumbadas”. En aproximadamente 2 minutos, empezarán a abrirse. No debemos dejar que se cocinen mucho porque adquirirán una textura “gomosa”. Removeremos, de vez en cuanto, con una cuchara de madera o silicona. Podemos acompañarlas con un buen chorro de limón o un majado de aceite, ajo y perejil.
Cómo cocinar las almejas
Ingredientes:
- 600 g de almejas
- ½ cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- ½ guindilla
- 20 g de harina de trigo
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 15 ml de tomate frito casero
- 10 ml de vino de Jerez o blanco
- 1 hoja de laurel
- Perejil fresco
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
1. Ponemos una cacerola con agua abundante y un puñado de sal gorda y añadimos las almejas para que vayan soltando la arena. Dejamos en remojo, al menos, unas 2 horas. Es conveniente que cambiemos el agua cada media hora.
2. Una vez limpias de arena, abrimos las almejas, cocinándolas al vapor sobre una cazuela con un vaso de agua, una cucharadita de sal gruesa y una hoja de laurel. Según se vayan abriendo, retiramos las almejas y las reservamos. Reservamos también un poco del agua de la cocción.
3. Mientras, en una sartén hacemos el sofrito. Primero, pocharemos a fuego lento la cebolla, la guindilla y el ajo muy picados. Cuando las verduras estén listas, añadimos el pimentón, la harina y removemos muy rápido haciendo una pasta o roux.
4. Rápidamente, incorporamos el vino de Jerez o blanco y removemos hasta que evapore el alcohol.
5. A continuación, añadimos el tomate frito y el agua de haber cocinado las almejas que habremos colado previamente. Probamos y rectificamos de sal.
6. Dejamos que se reduzca durante unos 5 minutos y metemos en la sartén las almejas que teníamos abiertas y reservadas. Dejamos otros 3 o 4 minutos hasta que la salsa alcance el punto de espesor que nos guste y apagamos el fuego.
7. ¡Listas para servir!.
ALFA