Nuestras joyas son nuestro tesoro más preciado, es por eso que hay que conocer las distintas formas de cuidarlas, para mantenerlas como el primer día, conservando su brillo y belleza.
Hay que aprender a guardar sus joyas, primero clasificarlas de acuerdo al tipo de material, las joyas de oro, plata o fantasía; deben estar separadas, de forma individual para que evite rayar el metal y las piedras cuando entren en contacto; las cadenas y las pulseras deben almacenarse con el broche cerrado y estiradas para que no se le hagan nudos.
Las piedras que complementan la joya sólo basta limpiarlas con agua y jabón, la grasa natural que genera la piel actúa sobre la piedra, ocasionando que se vuelvan opacas y disminuya su belleza.
Las joyas de plata pueden perder su brillo con el paso del tiempo, un remedio casero para quedar como nuevas es sumergirlas con algún antiácido y limón por unos diez minutos; también puede utilizar bicarbonato y agua caliente.
Muchas personas tienen la costumbre de dormir con las joyas puestas, evite hacerlo porque el sudor puede maltratarlas; tampoco es recomendable bañarse con ellas puestas.
Con el uso frecuente de las joyas suele ocurrir que se dañe un broche o se pierda el engastado en una piedra, acostumbramos a guardar la pieza y no utilizarla más, pero cuando la queremos recuperar ya es tarde porque alguna pieza de la joya se perdió, no deje que esto ocurra, envíe la pieza a arreglar lo más pronto posible.
El perfume y las cremas pueden hacer que la joya se deteriore, así que no vaporice directamente sobre la joya el perfume, ni acostumbre a aplicarse la crema con la joya puesta; aplique el perfume antes de colocarse sus accesorios.
La continua exposición al sol y el contacto con lugares húmedos puede dañar sus joyas, así que evite llevar anillos, cadenas o cualquier otra prenda cuando vaya a la playa o a la piscina; hay lugares donde el medio ambiente se considera perjudicial para ciertos materiales utilizados en la elaboración de piezas.
Las joyas de fantasía no deben mojarse con agua, los materiales con que fueron elaborados no son tan resistentes como el oro y la plata, para sacar el óxido utilice limón y puede también limpiarlas con un trapo húmedo y jabón neutro.
Las joyas con perlas requieren de un cuidado más especial, el color natural de la perla puede tornarse amarillento por efecto de malos cuidados, para limpiarlas puede utilizar jabón neutro y un paño húmedo; existe la creencia de que si dormimos con perlas éstas absorberán la grasa corporal y retomarán su brillo natural.
En los quehaceres de la limpieza en el hogar, a veces nos descuidamos y nos ponemos a limpiar con un anillo o una pulsera puesta, la acción de los detergentes como el cloro, la lejía o los desinfectantes de alto grado para limpiar inodoros y cocinas pueden dañar sus prendas.
ALFA