Seleccionar las ciudades más bellas de Europa es una labor subjetiva, tratándose de un continente que tiene tantos lugares hermosos tanto por su arquitectura como por sus paisajes naturales. Sin embargo, dado la frecuencia de visitantes que reciben anualmente y las consultas a turistas hemos decidido arriesgarnos en esta difícil selección y compartir nuestras favoritas.
Paris, Francia: Paris es sin duda una de las ciudades más bellas de Europa y del mundo. Destaca por sus importantes monumentos históricos, edificios modernos, paisajes y barrios con encanto, como la Torre Eiffel, Montmartre, el Museo del Louvre, los Jardines de Luxemburgo, el Arco del Triunfo o La Defense.
Roma, Italia: Como otrora sede del Imperios romano, esta ciudad tiene mucha historia entre sus calles. Entre las visitas obligatorias no pueden faltar el Coliseo de Roma, La Fontana de Trevi, el Foro Romano, etc. Además es indispensable perderse entre sus calles empedradas y probar su gastronomía.
Florencia, Italia: es una ciudad cubierta por el arte de punta a punta. En Florencia es posible disfrutar de obras impresionantes como el Duomo de Santa María del Fiore, la Galería de los Uffizi y la Galería de la Academia con el David de Miguel Ángel, el Ponte Vecchio o el Palazzo Vecchio.
Brujas, Bélgica: en alguna ocasión fue celebrada como la ciudad más bella del mundo. Esta ciudad Belga sobresale por sus canales y por sus construcciones dignas de un cuento de hadas. No es una exageración decir que no hay nada que desentone en esta ciudad.
Lisboa, Portugal: es una encantadora ciudad en la que no se puede nombrar una obra o paisaje que destaque en sí, sino en la que es más bien su conjunto, lo que hace que sea hermosa. Entre las visitas imprescindibles para entender su belleza no pueden faltar la Torre de Belem, el Monasterio de los Jerónimos, Castillo de San Jorge o Baixa Pombalina.
Estambul, Turquía: esta inmensa ciudad ofrece un paisaje realmente distintivo del resto de Europa. Sus contrastes y la singularidad de su belleza se pueden apreciar en obras tan representativas como la Mezquita Azul, el Gran Bazar, el Palacio de Topkapi y la Iglesia de Santa Sofía.
Budapest, Hungría: su ubicación a los pies del Danubio es un espectáculo lleno de elegancia. El Castillo de Buda, el Parlamento, la Basílica de San Esteban, sus puentes, la avenida Andrássy o la Plaza de los Héroes son espacios que dejan el alto la belleza de Budapest.
Praga, República Checa: su característica estructura medieval hace el escenario idóneo para un cuento mágico. Una visita a Praga debe incluir: el Castillo de Praga, la Catedral de San Vito y la iglesia de San Nicolás, el Puente Carlos y el Reloj Astronómico.
Londres: Inglaterra: Esta ciudad cosmopolita y llena de símbolos tan propios no deja a nadie indiferente. Su famoso Bing Ben, el puente sobre el Támesis y sus inconfundibles autobuses rojos son parte de su encanto especial.
Barcelona, España: Una ciudad impregnada por el arte, las vistas maravillosas y el buen gusto. La incomparable Sagrada Familia, su vista al mar, el Montjuic o el Parque Guell son sitios de visita obligada en Europa.
Una vez en el viejo continente, una visita a cada una de estas ciudades bien vale la pena, para perderse en el genuino encanto europeo.
ALFA