La nomofobia o adicción al teléfono móvil, es un trastorno que padecen millones de personas en todo el mundo. Lo alarmante, es que se trata de algo cada vez más común y que muchas personas sufren sin saberlo. La razón de ello, es la presencia cada vez mayor del teléfono móvil en nuestras vidas y la creciente dependencia de él para comunicarnos o estar siempre conectados con el mundo.

La nomofobia mujer Adicción al Smartphone
Imagen de Kirill Averianov en Pixabay 

Es así como, la integración a los smartphones de elementos digitales como el correo electrónico, la mensajería instantánea y las redes social son una muestra de ello. Pues si bien, nos facilitan mucho la vida al poder contactarnos fácilmente con otras personas, también generan gran adicción. Por lo que nadie esta exento se sufrir este y otros trastornos o enfermedades asociadas al uso excesivo de la tecnología.

Por lo tanto, si usted es usuario de un teléfono móvil o smartphone seguramente querrá saber si sufre nomofobia. Así que le invitamos a descubrir a continuación esta y otras respuestas sobre el tema.

¿Qué es exactamente la nomofobia?

El termino nomofobia es el acrónimo de la expresión en ingles “No mobile phone fobia”. Que se podría traducir como el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil. Algo que se manifiesta como una angustia por salir de casa sin el teléfono móvil. O estar en un lugar fuera de casa sin batería, sin cobertura o sin conexión de red.

El termino fue acuñado en 2011, luego de un estudio realizado por la oficina de correos británica Royal Mail. El cual fue encargado al instituto demoscópico YouGov, con el fin de estimar la ansiedad que sufren los usuarios de teléfonos móviles.

El estudio contó con una muestra de 2163 personas. Y reveló que casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido tienden a sentir ansiedad. Ya sea cuando “pierden su teléfono móvil, se les agota la batería o el crédito, o simplemente no tienen cobertura de la red”.

De acuerdo con el estudio, cerca del 60% de hombres y el 20% de mujeres sufre de esta fobia. En cuanto a las razones, el 55 % manifestó que el miedo a estar aislados de amigos y familiares era la causa de su ansiedad. Mientras que solo un 10% indico que era por necesidades laborales.

¿Qué síntomas manifiestan los nomofóbicos?

Aunque puede pensarse que la nomofobia no es algo por lo que debamos preocuparnos. Lo cierto es que, como ocurre con otras fobias esta se manifiesta a través de ciertos síntomas bastante reales y comunes. Entre los que podemos nombrar: angustia, desesperación, dolores de cabeza, dolor de estomago, palpitaciones; así como pensamientos y emociones obsesivas. Por supuesto, que la gravedad de estos síntomas difiere de cada persona.

¿Quiénes son más propensos a sufrirla?

Aunque la ciencia no ha reconocido a la nomofobia como un trastorno. Lo que si reconocen los expertos es que cualquiera puede sufrirla. Aunque según los estudios al respecto existen factores de riesgo que propician que una persona sufra nomofobia. Entre estos factores, los principales son:

1. La necesidad de estar constantemente conectados

2. La gran cantidad de utilidades y aplicaciones que tienen los teléfonos móviles, por los que legan a ser usados también como medio de entretenimiento.

3. Problemas de inseguridad y baja autoestima.

4. El uso del teléfono para trabajar

5. La falta de habilidades sociales o la dificultad para relacionarse con los demás, por medios distintos al ámbito online.

Estos factores de riesgo permiten comprender, como algo tan sencillo el del teléfono móvil sea tan atractivo y ocupe un espacio cada vez más grande en nuestra vida cotidiana. Siendo pocas las personas que se resisten a ello y también muy pocas las que controlan su uso.

En sentido, varios estudios y expertos indican que las mujeres tienen un indice más alto de sufrir nomofobia. Debido a que tienen mayores necesidades comunicativas y afectivas que los hombres.

Por otro lado, la nomofobia suele darse en mayor medida en adolescentes y preadolescente, quienes son mas vulnerables. Ya que tienen mayor necesidad de aceptación dentro de un grupo social y han nacido conectados y rodeados de pantallas. Estando entre los entre 12 y 23 años la mayor incidencia de individuos con nomofobia. seguido por personas entre los 25 y los 34 años.

¿Qué señales indican que podríamos padecer nomofobia?

Son varias las señales de ello, pero las principales y a las que tenemos que estar atento son las siguientes:

  • Chequear las redes sociales más de dos horas al día.
  • Revisar compulsivamente el teléfono para comprobar si hay notificaciones, o mensajes.
  • Enfadarse por no poder consultar constantemente el smartphone al no tener señal o Wi-Fi
  • Dormirse con el teléfono encendido y muy cerca de la cama.
  • Sentirse nervioso o ansioso si alguien no contesta nuestros mensajes.
  • Estresarse o tener miedo ante la posibilidad de quedarse sin baterías.
  • No salir de casa sin el cargador.
  • Tener problemas para socializar
  • Sentir aburrimiento con actividades que no estén relacionadas con el teléfono móvil.
  • Tener siempre el teléfono en la mano, incluso en los momentos de ocio.
  • Sufrir de insomnio constante, al sacrificar horas de sueño para no estar desconectados.

Si usted se ve reflejado en todas estas situaciones, ¡Tenga cuidado! Esto significa que su dependía del teléfono es grave y sufre nomofobia. Aunque no es el fin del mundo, este trastorno tiene solución si esta dispuesto a enfrentarlo.

¿Cómo podemos combatir la nomofobia?

La nomofobia representa un gran problema. Por lo cual, si usted es consciente de que sufre nomofobia, el autocontrol sera su principal arma para desprenderse gradualmente del teléfono. Para ello, aunque no tienen carácter medico los siguientes consejos podrían ayudar:

  • Apague el teléfono móvil por las noches y de ser posible déjelo fuera de la habitación al dormir.
  • Aléjese del teléfono mientras este en casa e invierta tiempo en otras actividades como hacer yoga, pintar, practicar algún deporte. ¡Todo vale!
  • Realice pequeñas salidas sin el teléfono. Por ejemplo, pruebe ir al supermercado o pasear a su mascota sin llevar el teléfono.
  • Disminuya progresivamente el uso del teléfono. Pruebe empezar no mirando el teléfono por espacio de media hora a menos que sea necesario. Y pruebe ir aumentando la duración progresivamente. Para ello, también puede apoyarse en aplicaciones de suspensión que le ayuden a limitar su uso como Forest.
  • Utilice sólo las apps que realmente necesita, así evitara multiplicar las opciones de comunicación y la necesidad de alimentar la adicción.
  • Pruebe quitando todas las notificaciones y teniéndolo el teléfono en silencio para ir rodándole protagonismo.

Si todas las acciones anteriores no le dan los resultados esperados, no tenga temor en pedir ayuda. Ya que en estos casos lo mejor es acudir a un profesional de la psicología.

ALFA