La Estrella de la India es el zafiro más grande del mundo y tiene una antigüedad de más de 2 mil millones de años, aunque solo han pasado 300 desde su descubrimiento. Apareció después en 1902, bajo la propiedad de John Pierpont Morgan, quien posteriormente la obsequio al Museo Americano de Historia Natural en Nueva York. Los zafiros son piedras preciosas con rasgos peculiares y cualidades características que resaltan su valor.
La gema adquirida por Morgan fue hallada en Sri Lanka; es de 563 quilates por lo que se le consideró como la piedra de mayor tamaño en la historia; además, tiene mineral de rutilo que le genera un efecto de asterismo (constelación) incomparable, con forma de una estrella de seis puntas, visible por ambos lados.
La estadía de esta reliquia natural en el museo no había tenido inconvenientes hasta la noche del 29 de octubre de 1964, cuando en su interior se efectuó un saqueo de joyas entre las cuales estuvo la Estrella de la India, también se llevaron un zafiro negro llamado Estrella de Medianoche, el rubí estrellado Delong y el diamante Eagle.
Los ladrones ingresaron al museo por las ventanas de baño. La seguridad era tan pobre, que tuvieron la oportunidad de llevarse alrededor de 22 piedras de abundante hermosura. No obstante, el triunfo de los maleantes no duró mucho, pues la policía al final dio con su el paradero de las piedras ocho semanas después.
Casi todas fueron recuperadas, incluso la Estrella de la India; solo faltaba el diamante Eagle, del cual no se tuvo rastro por varios meses, posteriormente fue recuperado a cambio de dinero.
Los zafiros son piedras de gran distinción; el color que los representa es el azul, siendo el tono lo que determina su valor: De acuerdo a la intensidad del color la piedra puede aumentar o disminuir de precio.
Su extracción se realiza en varias partes del mundo, pero solo en dos lugares existe gran cantidad y variedad de esta gema: Sri Lanka y Madagascar. Aunque esta piedra habitualmente se consigue en degradaciones azules, los matices negro, verde y amarillo también son propios de ella. Además de ser imagen de la elegancia, posee los dones de la verdad y la sabiduría.
El zafiro y el rubí tienen un componente común, el corindón. Este le otorga a la primera piedra la solidez necesaria para posicionarse en el noveno grado de la escala de Mohs, donde se denota la dureza de diez minerales. Por consiguiente, no es extraño escuchar de su presencia en distintas industrias.
Es evidente la importancia económica y social de esta gema; historias antiguas relatan que los persas suponían que el mundo estaba sustentado por un zafiro enorme. A pesar de saber que esto no es así, su veneración mundial sigue en ascenso en la población actual.
Bendita nuestra naturaleza, nos da tanto como esta hermosa gema.
Los regalos de la naturaleza son admirables. Es increíble que el zafiro y el rubí tengan un mismo componente.
El mercado del zafiro crece cada día, realmente es una gema que posee abundante gracia y esplendor.
Excelente. Desconocía que en las industrias también se utilizaba el zafiro.
Hola, ¡buen articulo! Muy interesante la historia del museo, qué bien que pudieran encontrar las piedras.