La miopía es un problema de refracción (forma en que la luz se refleja dentro del ojo) que hace que los objetos lejanos se vean borrosos. Pasa cuando la forma de su ojo hace que la luz se enfoque en un área enfrente de la retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo), en vez de enfocarse en la propia retina.
La miopía es un defecto óptico que se da porque que los rayos de luz provenientes de un objeto se enfocan por delante de la retina, cuando en realidad deberían enfocarse por detrás. Esto da lugar a una imagen desenfocada y de superficie esférica.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma típico de la miopía es la visión borrosa de lejos. Además, existe una miopía nocturna que empeora por la noche por el efecto de la dilatación de la pupila.
Los síntomas más comunes son:
Problemas para ver cosas que están lejos
La necesidad de entrecerrar los ojos para ver claramente
Fatiga ocular (cuando los ojos se sienten cansados o adoloridos)
Algunas personas con miopía tienen dolores de cabeza, pero no es tan común.
Si usted tiene una miopía leve, es posible que no note ningún síntoma. Por eso es importante hacerse con regularidad exámenes de los ojos, para que el oculista pueda estar seguro de que está viendo tan nítido como sea posible.
Las personas que tienen miopía aguda (también conocida como “miopía alta” o “magna”) podrían correr el riesgo de desarrollar otras enfermedades oculares, como el desprendimiento de la retina, es decir, cuando la retina se separa de su posición normal.
Causas
Ocurre cuando el globo ocular crece demasiado largo, desde adelante hacia atrás, o cuando hay problemas con la forma de su córnea (la capa transparente frontal del ojo) o el cristalino (el “lente” interno que ayuda al ojo a enfocar).
La prevalencia de la miopía aumenta en personas con estudios superiores, debido al efecto de la proximidad a los ojos causado por el trabajo de lectura intenso. También es más frecuente en personas de raza oriental.
Así mismo, existe una tendencia genética, si bien hay una gran heterogeneidad en los genes implicados. Por tanto, no puede hablarse de la herencia de un solo gen (mono genético) sino de un origen multifactorial, con la influencia de varios factores adquiridos también importantes.
Por otro lado, existen casos de miopía inducida por el aumento de potencia dióptrica del cristalino, y que ocurre en sujetos de edad avanzada con cataratas.
También la diabetes puede ser una enfermedad con tendencia a la miopía, debido al efecto osmótico del exceso de glucosa en el cristalino. Otros factores de riesgo para este error refractivo son los fármacos como los corticoides, sulfamidas, inhibidores de anhidrasa carbónica…
Estos problemas hacen que la luz se refleje en un área enfrente de la retina en vez de directamente sobre ella, lo que hace que los objetos lejanos se vean borrosos.
¿Corro riesgo de tener miopía?
Cualquier persona puede tener miopía, pero su riesgo aumenta si miembros de su familia también son miopes.
La miopía normalmente comienza entre los 6 y los 14 años de edad y empeora hasta el principio de la segunda década de vida. Los niños que pasan más tiempo al aire libre tiene menos probabilidad de ser miopes, pero los expertos no están seguros sobre la razón.
Antecedentes Genéticos de Miopía
La Miopía se transmite a través de los genes. Por tanto, si tu padre la tiene y no ve bien los objetos que estén lejos, lo más probable es que tú también la sufras. Lo mismo ocurrirá con tu hijo, quien probablemente recoja este legado. Sin embargo, la genética no es una ciencia exacta, ya que puede haber familias miopes con un miembro sano, o que se dé el caso opuesto. En cualquier caso, estadísticamente, los antecedentes familiares son un elemento a tener en cuenta.
Tratamiento
Los tratamientos más comunes para la miopía consisten en anteojos con prescripción médica o lentes de contacto. El oculista le recetará los anteojos adecuados para ayudarle a ver lo más claramente posible.
Los adultos también pueden tener cirugía para tratar la miopía. La cirugía cambia la forma de su córnea para que pueda enfocar la luz claramente.
¿Qué pasa si no se trata la miopía?
La miopía juvenil o escolar hasta 6 dioptrías se produce en un ojo sano. Por tanto, las complicaciones de este tipo de miopía derivan de no corregirla mediante el uso de gafas y pueden llevar, indirectamente, al fracaso escolar del niño por los problemas para ver correctamente la pizarra, distinguir las cifras desde cierta distancia, incluso falta de atención o concentración y dolores de cabeza.
La miopía degenerativa se asocia a licuefacción del vítreo, mayor riesgo de cataratas, desprendimiento de retina, glaucoma, neo vascularización coroidea y maculopatía miópica atrófica. De hecho, este tipo de miopía es la causa del 5-10% de las cegueras en países desarrollados.
¿Se puede prevenir la miopía?
Cada vez hay más evidencias que apuntan a que la práctica de actividades al aire libre durante la infancia reduce la incidencia de la miopía y enlentece su progresión.
También, dado el efecto que tiene la privación visual sobre el aumento de la miopía, es recomendable aumentar la iluminación ambiental, tanto directa como indirecta en casa o en el lugar de trabajo, con el fin de asegurar una buena visión y evitar que el ojo realice más esfuerzo. Además, aunque no ha sido demostrado el efecto de la acomodación sobre la miopía, el descanso frecuente cuando se están desarrollando actividades visuales de cerca es recomendable.
Las lentes de contacto progresivas o las gafas bifocales son buenas opciones para disminuir la progresión de la miopía, pero deben utilizarse en niños mayores en los que se ha confirmado una progresión rápida y que se muestren colaboradores a llevar gafas. El efecto es pequeño (-1,50 dioptrías frente a -0,70 dioptrías) pero puede indicarse en casos aislados.
ALFA