Para conocer las raíces de la joyería, nos remontaremos hasta la industria primitiva de la época del Paleolítico. Los adornos colgantes fueron los protagonistas de aquella época; provenientes del jaguar, conchas, caracoles, dientes de lobos y de león. Los collares fueron tallados en marfil y provistos de perforaciones para poderlos enhebrar.
Asimismo, los hombres primitivos fueron incorporando pedazos de cristal de rocas, serpentina, Jade, corales y otras piedras de colores vivos que podían utilizar para fabricar sus adornos y amuletos como complemento de sus adornos corporales.
Por otra parte, los egipcios eran auténticos apasionados de la ornamentación; introdujeron una gran renovación en la joyería. Crearon joyas engastadas, grabadas y repujadas; empleando técnicas como la granulación, la filigrana y la incrustación de gemas; igualmente trabajaban con oro y plata, incrustando piedras preciosas y semipreciosas como el Jaspe, la cornalina, la turquesa, la amatista y el lapislázuli.
Del mismo modo, fueron expertos en innovar joyas de gran belleza, especialmente diademas, collares de cuentas, pectorales, brazaletes de aros y anillos. Uno de los adornos más populares era la sortija de sello decorada con símbolos religiosos como el escarabajo; este era símbolo del renacimiento. Aunque también fue muy representativo el halcón y la Flor de Loto.
De este modo, las joyas tuvieron gran relevancia en la cultura egipcia; cuyas funciones radican en que las gemas se valoraban tanto por su belleza como por la protección mágica y espiritual que les proporcionaban; a su vez eran amuletos y joyas ornamentales. Como elemento de estatus social, los faraones y las personas con poder eran sepultadas con sus posesiones terrenales; estas riquezas materiales no solo eran importantes en la vida, sino también después de la muerte.
No obstante, los griegos tenían grandes habilidades metalúrgicas en las técnicas de fundición. Eran aficionados a los collares adornados con las imágenes de palomas o con los dioses “Eros” y “Nike”. Los colgantes eran levemente ornamentados con piedras preciosas o esmalte, colgando de una roseta generalmente decorada por la corona de Isis. Un diseño griego popular fue el “Nudo de Hércules”, influenciado por los antiguos egipcios y más tarde adoptado por los romanos; representando dos cuerdas entrelazadas que se utilizaron como un símbolo de boda o amuleto de protección para alejar el mal.
De igual forma, con las nuevas técnicas industriales se pudieron realizar joyas más populares como tiaras de diamantes, anillos y broches de diseño; además de oro y piedras semipreciosas se utilizaron aleaciones como hierro y acero fundido; diferentes métodos de tallado y monturas de piedras preciosas.
Los poderes simbólicos que han tenido las joyas se han mantenido hasta nuestros días. Muchas piezas fueron emblemáticas en el mundo entero y marcaron un momento histórico; sin embargo gran parte del conocimiento actual sobre ellas procede de nuestras antiguas “raíces”, que descubrieron los metales y los transformaron. Gracias a la herencia que nos dejaron las antiguas civilizaciones, gozamos del complemento ideal de toda mujer ¡las joyas!
ALFA