El negro, es uno de los colores más impresionantes y enigmáticos que existen; la integración de todas las coloraciones del arcoíris es blanca, en cambio el color negro es la ausencia de todos ellos. Este singular detalle, permitió que fuera considerado en la época del impresionismo, como un elemento “no color”; sin embargo, algunos pintores de aquel tiempo lo calificaban como el “rey de todos los colores”, y actualmente se le define como “un color sin color”.
La psicología del color negro está asociada a las diferentes emociones e inclinaciones que transmite. “Eva Heller”, reconocida socióloga y psicóloga alemana, fallecida en el año 2008, nos dice en su libro “Psicología del color”, que el negro es la tonalidad favorita de la juventud, porque siempre va a la vanguardia con la moda; pero después de los 50 años, ninguna persona lo considera como preferido, ya que a esa edad, se le asocia con el fin de la vida.
De manera general, el color negro concibe imparcialidad y razón, contrastando las diferencias entre el bien y el mal. Igualmente cuando se ajusta con otro color, cambia totalmente el significado, ejemplo de ello es el rojo, que en forma individual representa el amor; no obstante, combinado con el negro, identifica el odio.
En occidente el color negro se considera más negativo que positivo, pero en esa misma cultura, lo destacan como la superioridad, esnobismo y distinción. También está conferido como una forma de expresión que no es comparable con ningún otro color; asociándose a las sombras en penumbras, que reflejan la ausencia de luz necesaria; además, es una sucesión de las condiciones específicamente varoniles, entre las cuales se encuentran la seguridad, la fuerza y capacidades del género masculino.
Asimismo, el color negro concentra la atención de las personas, hacia el rostro de quien ostente una vestimenta con esa característica; por otra parte, tiene la particularidad de demostrar lo viejo o joven de la gente, cuando se lleva un atuendo con esta tonalidad, distinguiéndose por ser opaca, y fuerte al mismo tiempo. Igualmente, es la coloración más respetada y aunque los espacios decorados con estas tonalidades se vean pequeños; no cabe duda, que el negro es el color de lo grandioso.
Sin embargo, el precursor de la psicología del color, el poeta y científico alemán “Johann Wolfgang von Goethe”, afirmaba que lo percibido a través de la apreciación del color, depende también de la percepción del objeto, y no obedece solamente al elemento o luz que se proyecte en ese momento. Por este motivo, podemos estimar el color negro de acuerdo a la evaluación de cada persona, un aspecto muy importante que hará la diferencia, desde la óptica o punto de vista de nosotros mismos.
La belleza de la vida se puede valorar mediante el color. El negro no se libra de esa noción. De la más profunda oscuridad podemos encontrar la hermosura de las cosas; así como hacen los ciegos, cuando descubren la perfección a través de lo invisible.
ALFA