Para la industria de la joyería, el oro de 18 quilates es el más apreciado, su gran virtud, el equilibrio de su contenido, posee una óptima resistencia y destellos tolerando el uso constante a través de los años; la fundición del oro y sus tonalidades son procesos que con el paso del tiempo se han ido perfeccionando, cada casa tiene su fórmula y combinación para lograr la transformación del oro puro, las aleaciones son las que aportan las tonalidades de las joyas de oro para obtener hermosas piezas.

Para que el oro sea purificado debe someterse a un proceso de fundición, hay que recordar que el metal de forma natural extraído de la tierra contiene impurezas y trazas de otros metales, para poder retirarlas se aplica un procedimiento que se basa en la utilización de químicos, altas temperaturas y alta presión, para eliminar esos minerales e impurezas.

Para separar la materia ordinaria que se encuentra fusionada al mineral de oro, hay que pulverizar o prensar el mineral, luego colocarlo en un horno a temperaturas superiores a 1064 grados Celsius elevando el oro por encima de su punto de fusión, para que las impurezas desaparezcan, en este primer paso del proceso de fundición se logra separar el oro de los otros metales, introduciendo soluciones de mercurio o cianuro, generando una reacción en el que el oro se coagula formando pepitas y terrones de oro.

Separado el oro puro, se vuelve a fundir vertiéndose en moldes para formar los lingotes, donde parte de este oro será utilizado para la industria de la joyería; el oro puro es de color amarillo y las tonalidades se obtienen generalmente mediante la aleación del oro con otros elementos en distintas proporciones,  el oro amarillo es el color más común en las piezas de joyería, pero también es posible lograr otros colores como el oro blanco,  rosa, verde, rojo, gris, azul y negro.

Para el oro blanco se produce una aleación que tiene como componentes, oro amarillo y otros grupos de metales platinoides, el más utilizado es el paladio, otros son: el platino, rodio, osmio e iridio; el color blanco brillante que resulta de esta trasformación es utilizado para engastar gemas y crear vistosas piezas con combinaciones cromáticas con el oro de otros colores.

El oro rosa y rojo es una aleación de oro y cobre, muy utilizado en joyería, la diferencia que resulta del rojo y de rosa lo da el contenido del cobre, por esta razón no se puede decir que el oro rojo es una formulación de 18 quilates porque necesita por lo menos 50% de cobre para su aleación.

El oro azul es una aleación de oro e indio, el oro gris con una aleación de plata, manganeso y cobre, en proporciones específicas para el oro y el oro negro se puede producir por el método de la galvanoplastia utilizando rodio negro o rutenio negro. La naturaleza humana nos induce a buscar variedad y novedad, es por ello que en la actualidad vemos hermosos diseños que se escapan de lo tradicional sin perder su elegancia.

 

 

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