Las técnicas que utilizan los orfebres para hacer joyas espectaculares son muy variadas, la filigrana en la joyería es una de esas técnicas que permite que la pieza sea tratada con la mayor delicadeza posible.
Con la técnica de la filigrana se elaboran joyas con diseños y dibujos similares a los de un encaje; es un procedimiento que consiste en la elaboración de hilos muy finos, donde la materia prima principal la conforman metales preciosos, como el oro y la plata.
Los egipcios, los griegos y los etruscos utilizaron esta técnica para trabajar el oro y la plata, pero fueron los bizantinos los que perfeccionaron esta fina forma de transformar los metales preciosos en delicadas y exquisitas joyas; en la actualidad este método se conoce como el Brillo Bizantino; en la Europa Medieval del siglo XV la piezas de joyería como las cruces y los relicarios eran hechos con los bordes de filigrana; en España este método sigue manteniéndose vigente en la joyería clásica, sobre todo en el Sur del país donde se encuentran habilidosos orfebres especialistas en esta técnica.
En Perú hay una ciudad llamada Catacaos que cuenta con grandes artesanos de la filigrana, la habilidad con que elaboran cada pieza merece un reconocimiento y es que su artesanía, reconocida a nivel nacional e internacional, le otorgó el título de “La Capital Artesanal de la Región Grau”, en este lugar puede solicitar cualquier objeto que desee con la utilización de esta técnica; la filigrana de plata en Catacaos fue nombrada Patrimonio Cultural de la Nación.
La filigrana es un arte milenario que se ha mantenido a través de los tiempos, llegó a Suramérica en la época de la colonia, conserva su tradición y generalmente la técnica es transmitida de generación en generación; hay tendencias que han transformado el estilo de la filigrana aportando volumen a la pieza, el proceso de elaboración desde su inicio es a mano, comenzando con la fundición del metal precioso para darle forma de un delgado tubo cilíndrico macizo, luego se pasa por unos rodillos y otras máquinas especiales para empezar a darle forma y obtener delgados filamentos del grosor adecuado.
Cada pieza es hecha a mano, de forma laboriosa pero con suma delicadeza y finura para que el resultado final resulte en una hermosa joya a la moda y con estilo; es un método que va en contra de los procesos industriales y la fabricación en serie; una de las características con mayor predominio en las joyas que se elaboran con esta técnica es que son muy livianas; su apariencia sutil proveniente de los hilos de metal son un culto a la femineidad con sus finos diseños lineales.
La joyería es una pasión para el disfrute de la mujer, el arte de la filigrana en manos de los artistas orfebres crean una fusión entre la belleza natural femenina y las finas curvas que el diseñador aporta a cada joya.
ALFA