Compartir la energía misteriosa del acto sexual, equivale a entrelazar toda nuestra fuerza espiritual con el ímpetu aural de otra persona; por lo tanto, debe tener cuidado en lo que a esto concierne. Una relación esporádica puede tener graves consecuencias, dejando restos de esa energía si nuestro espíritu se unió en ese momento, con un alma negativa, o que estaba sobrecargada de múltiples fuerzas contrarias; cuanto más nos involucremos con ella, más estaremos en riesgo de cargarnos de esos poderosos vínculos.
Cuando alguien le atrae irresistiblemente, pero al estar íntimamente siente como un rechazo emocional, significa que podría encontrarse ante uno de estos casos; por eso, debe poner atención a esos indicios para evitar contaminar su aura de malas energías. Si usted tiene intimidad con una persona que mantiene relaciones sexuales con varias personas, su cuerpo, alma y mente se ensuciarán con cosas que han dejado en la materia de ese ser con quien ha compartido ese momento.
De seguro sentirá ese poder malsano que entra en sus emociones, llenándola de mucha incertidumbre; aunque pueda satisfacer su cuerpo, en su alma sentirá una insatisfacción muy grande, dejándole un profundo pesar. Lo mejor que le puede ocurrir a su vida, es compartir ese hecho tan sublime con alguien que llene, en primer lugar, su espíritu y que, después del acto sexual, se sienta en paz con su conciencia.
Nuestro campo energético se estremece cuando estamos en contacto con esas fuerzas oscuras. Entonces, es preferible que eluda esa experiencia desagradable; porque cuando tenemos un acto sexual, hay una fusión psíquica envolviendo el magnetismo natural que poseemos.
Teniendo relaciones con gente cariñosa, amorosa, positiva y con un alma que reboza bondad, la energía extraordinaria será atraída por usted, elevando su espíritu muy por encima de sus dificultades. Todo lo contrario ocurre si mantiene relaciones con aquellas que son egoístas, rencorosas, malas, odiosas, negativas y pesimistas; ya que su espíritu repelerá por completo toda la energía positiva, apoderándose de las maldiciones que las distinguen como tal.
Las personas que están casadas, han absorbido la energía de sus compañeros, por esta razón, si se acuesta con alguna de ellas, en consecuencia, esa potestad se ligará de inmediato a la suya. Lo que significa que podemos comparar esa acción con el contagio de cualquier enfermedad sexual, transmitida igualmente con el acto sexual; muchas veces, esa energía positiva es prisionera del otro ser en el instante, sin que podamos evitarlo.
Las bajas vibraciones de todo lo bueno que habitaba en nuestro interior, no se reflejan. Es necesario buscar una solución, la más idónea es bañarse con sales marinas, las cuales sacarán todas las inmundicias recogidas por medio de esa circunstancia; también, es oportuno sumergirse directamente en agua de mar.
Enfocándonos en llevar una vida correcta, no permitiendo ensuciar la fuerza del espíritu, nuestro sistema de defensa en energía psíquica creará una barrera. Esa protección destruye las fuerzas malignas, reconociéndolas fácilmente. En el canal “YouTube” “Frances Fox Reveals”, la psíquica hace recomendaciones acerca del “enganche sexual”.
Me pareció muy interasante leer esto, nunca lo hubiera pensado