Cuando se habla de sexualidad, muchos pensamos directamente en “sexo”, lo cual no es correcto, pues la sexualidad es algo mucho más amplio y profundo. Muchos jóvenes en crecimiento desconocen este tema, ya que no cuentan con una persona guía que los adentre en los mares del despertar sexual y el desarrollo, todo esto con el debido cuidado para que no se equivoquen. En este sentido, los padres y educadores juegan un rol altamente importante en esta etapa de sus vidas.

¿Sexualidad es igual a sexo?, ¡Error! La sexualidad abarca todo lo que nos involucra, el cómo nos relacionamos, nos vestimos, cómo interactuamos con nuestros padres, familiares y amigos en general, e incluso, hasta cómo nos expresamos habitualmente. Notamos entonces que ésta va más allá de la simple unión de nuestros aparatos reproductores, y debe estar fundamentada en los valores del respeto y la confianza.

Dichos valores deben permanecer intactos a la hora de hablar sobre del tema. Muchos padres temen por el día en que deban conversar con sus hijos sobre esto; algunos prefieren evitarlo castigándolos de manera indirecta, para no afrontar la conversación, pues así fueron “educados” ellos en su tiempo, tratando la sexualidad como un tabú. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Lo peor es que no se dan cuenta de que muchos de los errores que pueden cometer sus hijos, suceden a causa de esa falta de comunicación y confianza con respecto al tema.

Lo cierto es que, hablar de esto se hará más complicado a medida que pase el tiempo. En este sentido, en el momento en que el joven desee hablar, no buscará a sus padres, sino a sus amistades, propiciando con ello la posibilidad de recibir un mal consejo o información; y todo porque se le negó esa educación que, tarde o temprano, necesitaría. Todos los jóvenes deberían recibir esos consejos por parte de sus padres y educadores en el momento adecuado de sus vidas, no tarde, ni debido a un error cometido. ¡Los padres que hablan con sus hijos realmente logran que la experiencia sea diferente!

Los educadores y consejeros en el ámbito de la sexualidad, también pueden brindar un gran apoyo en líneas generales. Es más, cuando hay deficiencias en la comunicación dentro del hogar, ellos están llamados, no sólo a educar sobre sexualidad, sino también a propiciar la confianza para hablar del tema; aunque lo más importante es que esta educación inicie en el hogar. Los niños y jóvenes necesitan estos conocimientos en coherencia con su formación, y deben sentir que pueden contar con sus padres para poder expresarse. Hablar con los niños y adolescentes sobre sexualidad y sexo puede resultar incómodo al principio, pero con el tiempo y la práctica resultará mucho más fácil.

La vida cotidiana nos brinda muchas oportunidades para hablar de la sexualidad. Al ver un programa de TV que muestra adolescentes atravesando la pubertad, o teniendo una cita; una publicidad que alienta la aceptación del cuerpo; o al encontrarnos con una vecina embarazada; podemos usar estas situaciones para iniciar conversaciones con nuestros hijos. Estos momentos educativos ocurren todos los días y pueden ayudar a que la conversación sea más fácil y natural. ¡Anímese! ¡La educación de sus hijos está en sus manos!

ALFA

5 comentarios de “LA EDUCACIÓN Y LA SEXUALIDAD EN PARALELO

  1. Mafer Palacios dice:

    Me agrado la manera de escribir. Existe muchos libros para ayudar a los padres a llevar una educación sexual placentera con sus hijos, y consejos relacionados al tema, todo está en el interés que tengamos para abordar esos temas.

  2. Santa Velmonte dice:

    No hay que temer miedo ni sentir incomodidad, es mejor que los chicos sepan que es la sexualidad por nosotros, sino después tendrán conceptos errados al respecto. Felicidades.

  3. María Astudillo dice:

    Muchos padres creen que la manera correcta para educarlos en el tema de la sexualidad, es ocultarlo de ello; pero no es más que un gran error, la manera correcta es educarlos y ser abiertos en la comunicación. Buen artículo.

  4. Damelys Blanco dice:

    Soy psicóloga y madre, y es muy cierto lo que dices. Mis hijos ya tienen 15 y 20 años de edad, y tienen la confianza para hablar conmigo. Siempre hemos contado con buena comunicación y desde temprana edad los he orientado en el tema de la sexualidad.

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