La cultura de Castilla y León yace como el ícono más importante que tiene esta ciudad autónoma del norte de España. De hecho, Castilla y León está calificada como una “comunidad histórica y cultural”. Enriquecida por un amplio bagaje tradicional, a continuación reconocerá el por qué Castilla y León debe entrar en su siguiente ronda de opciones a visitar.
Castilla y León se constituyó autónoma del reino de España desde 1979, sin embargo, tal estatuto entro en plena efectividad en 1983. Su división administrativa le compone por nueve provincias: Ávila, Palencia, Salamanca, Soria, Valladolid, Zamora, Burgos, León y Segovia, dando un total de 94.226 kilómetros cuadrados. Es la más extensa de toda España, y a su vez, la sexta más poblada con poco más de 2 millones y medio de habitantes.
El inicio de Castilla y León se remonta a más de 1000 años de años en la historia, cuando empezó a llamarse Reino de León. Ya para el siglo XI fueron derivados el Reino de Castilla y el Reino de Galicia. Sus reyes llegaron a alcanzar la autoridad de emperadores, debido a las tierras ostentadas por las entonces autoridades, Alfonso VI y Alfonso VII.
Castilla y León se mantiene en la actualidad como una joya de apreciable belleza, resguardando dentro de sí numerosos patrimonios históricos, artísticos y naturales. Tal es así que, tan solo en Castilla se cuentan con 8 bienes declarados Patrimonio de la Humanidad. Entre ellos, la ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros, los caminos de Santiago en España: Ruta Franco – Navarra y Ruta Franco – Aragonesa, siendo los últimos inscritos, los sitios de arte rupestre prehistórico del valle del Côa y de Siega Verde, ya en el 2010.
El arte de Castilla y León guarda una majestuosa combinación de raíces románicas, prerrománicas, medievales, renacentistas y barrocas. Desde su arquitectura, literatura, cine, pintura y escultura, Castilla y León se mantiene protegida por ser muestra inigualable de innumerables momentos históricos en la historia humana.
Desde 1990, Castilla y León resulta una ruta de gran tráfico turístico gracias al también atractivo de sus parajes naturales. Ávila, Salamanca y Segovia yacen declaradas como ciudades Patrimonio de la Humanidad, atrayendo una importante cantidad de aventureros. Tampoco puede perderse de vista a Burgos, Palencia y León, para así conocer las rutas del Camino de Santiago que por Castilla y León cruzan.
Si gusta de la nieve y del deporte, entonces Castilla y León también debe apuntar en sus próximos viajes de invierno. Entre las múltiples estaciones de esquí, La Covatilla en Sierra Béjar y La Pinilla en la provincia de Segovia, son las de mayor popularidad entre los foráneos visitantes.
Castilla y León también ha logrado abrirle paso a nuevas tendencias, tal como el turismo rural. Por su grandiosa cantidad de pequeñas poblaciones, Castilla y León ofrece una gama de refugios rurales, ideales para un descanso bien merecido. Su proximidad a espacios de gran valor ecológico les han hecho ser una alternativa ejemplar al rutinario “playa, sol y arena”.
ALFA