La medicina natural es muy útil para cualquier tipo de malestar, de hecho en ocasiones son los mismo médicos profesionales los que recomiendan usarla. En este caso, queremos hablarle de la centella asiática y para qué funciona, de manera que pueda emplearla en el momento que usted la considere necesaria.

En primer lugar queremos explicarle que es la centella asiática y no es más que una planta con propiedades curativas y beneficios para la salud de las personas, esta cuenta con numerosos nombres como Gotu Kola, Mandukaparni, entre otros. Es muy conocida en Asia y de ahí su nombre común, aunque su uso se extiende en buena parte del mundo, y entre diferentes culturas

Dicha planta es rica en triterpenoides y saponinas, ambas sustancias le aportan innumerables beneficios para la salud. En el caso de las saponinas son cicatrizantes y reductoras de la producción de colágeno en heridas abiertas y de difícil cicatrización. Y contiene además, aceites esenciales, ácidos grasos, aminoácidos libres, fitoesteroles, flavonoides, mucílago y taninos.

Todos estos componentes hacen que sirva también, para tratar problemas como el eczema y la psoriasis, así como quemaduras y úlceras. Las saponinas cuentan con propiedades vasculares que reducen la producción de colágeno en la zona herida, acelerando su recuperación. Se emplea en casos de injertos y cirugías.

Asimismo, mejora el sistema circulatorio, esto se debe a que optimiza el flujo sanguíneo y fortalece considerablemente los órganos de este en especial el corazón, las venas y los capilares, por lo tanto, es una hierba ideal para las personas que sufren de mala circulación y que posiblemente le genera trastornos como calambres en las piernas, hormigueos en las manos o los pies, además interviene en la reducción de las venas varicosas y combate la flebitis.

Por otra parte, restablece y balancea el funcionamiento de una gran cantidad de partes del cerebro, como puede ser la reparación de las axonas, utilizadas para la transmisión de los impulsos a través del cerebro y cuerpo, o estimular la ramificación dendrítica, aumentando la plasticidad cerebral y la comunicación entre las células cerebrales.

Igualmente, la centella asiática sirve  para hacer más llevaderos los síntomas de aquellas enfermedades de los huesos o los músculos que impliquen dolor físico, ya que puede actuar como un analgésico natural. Las personas que sufran de reuma o artritis pueden encontrar en ella un magnífico consuelo.

Del mismo modo, la centella asiática tiene acción anticelulítica, elimina y disminuye la piel de naranja y activa las fibras de la piel ejerciendo un efecto reepitelizante al estimular la producción de colágeno en la piel sana. Además, es diurética, estimula la eliminación de los excesos de líquidos y aquellos que se encuentran acumulados en los tejidos. Estimula el sistema linfático y permite que excretar los desechos a través de la orina, la transpiración y las heces.

Finalmente, la centella asiática también sirve para el tratamiento de enfermedades como la hipoglucemia, dolencias del hígado, síntomas de la menopausia, reumatismo, esquizofrenia, tuberculosis y para la renovación de los tejidos, favoreciendo de esta manera el fortalecimiento del cabello y las uñas.

ALFA