La niñez es considerada una etapa transitoria de la vida. Los niños siempre piensan en cuando sean grandes; luego esos años pasan y la adultez llega, obligando a dejar atrás esas bonitas experiencias y la inocencia que se vive en la infancia; y es que en ese afán de crecer, de madurar y de hacer cosas de adultos, se van dejando a un lado todos esos momentos sencillos de la vida que los llenaban de alegría cuando eran niños, cambiándolos por responsabilidades universitarias, el trabajo y la familia.

Pero ese niño que dejaron en el pasado aún está presente en sus vidas, aunque escondido en algún lugar de sus sentimientos; está aguardando a salir para revivir aquellas experiencias y retomar esa alegría que les permitían ser auténticos, expresarse tal cual eran, si máscaras, con espontaneidad, curiosidad, libertad, creatividad; cualidades que la adultez poco a poco fue apagando.

Reconocer y escuchar a ese niño interno que todos llevan en las profundidades del ser, pero que está solapado por las responsabilidades de crecer, es de gran importancia para reencontrarse con esa parte divertida, jovial, simpática de sí mismos, y permitir sanar aquellas situaciones dolorosas a las que fueron sometidos durante su infancia, que generaron heridas que marcaron su vida, las cuales fueron bloqueadas para no revivir ese recuerdo y poder así evitar el sufrimiento; esto permite avanzar a una vida plena.

Pues bien, para traer a la luz a ese niño interior, existen diversas técnicas que ayudan a exteriorizarlo y ponerlo de manifiesto en cada uno de los aspectos de nuestra vida; una de ellas es la meditación, la cual se potencia y es más efectiva si se realiza utilizando una calcedonia rosa. Esta piedra posee grandes cualidades para conectar al individuo con su niño interno, así como con la creatividad y bondad propias de la niñez.

La calcedonia rosa es una piedra perteneciente a la familia de los cuarzos microcristalinos, que posee innumerables propiedades místicas, físicas y emocionales; todas estas cualidades hacen de esta calcedonia, una piedra ideal para quien necesita encontrar terapias alternativas a la medicina tradicional para la sanación de cuerpo, mente y espíritu.

En el campo del cuerpo físico, la calcedonia rosa es eficaz para fortalecer el sistema inmunológico, circulatorio y linfático; asimismo, es muy útil para los tratamientos de la vesícula biliar y el bazo, también es utilizado para ayudar en los problemas con la lactancia materna. Por otro lado, espiritualmente esta piedra es útil para equilibrar las energías y la meditación, lo cual es eficaz para hallar la paz interior y la confianza en sí mismos.

Así pues, la calcedonia rosa posee sus mayores beneficios en el plano de la mente y las emociones, debido a que, con su facultad de conectar  al individuo con su niño interno, favorece la alegría y la liberación de los resentimientos y dolores del pasado; por eso: visualiza, siente y llama a ese niño que llevas dentro, y disfruta de esa gran aventura.

ALFA

6 comentarios de “LA CALCEDONIA ROSA LE PERMITE CONECTARSE CON SU NIÑO INTERNO

  1. Fernanda Castro dice:

    Me parece muy bueno este artículo sobre la calcedonia rosa, no soy muy conocedora de piedras, y esta me parece excepcional.

  2. María Di Cesare dice:

    Me encantó la calcedonia rosa, es muy linda y además eso de conectarse con el niño interior es una cualidad muy buena.

  3. Margarita Ortiz dice:

    Esta piedra es espectacular y sus propiedades aún más, además de que la podemos usar como un lindo accesorio que nos haga lucir bellas y que a su vez nos brinde sus maravillosas cualidades

  4. Laura Mora dice:

    Sacar el niño interior siempre ha sido algo que me ha costado mucho, y eso no es muy bueno, por eso voy a empezar a buscar alternativas, y la calcedonia rosa me parece una excelente opción.

  5. Sofía Rojas dice:

    Me encantó eso de reencontrarnos con nuestro niño interior, esa parte de niños siempre está con nosotros lo que pasa es como dice aquí, la dejamos atrás por las responsabilidades, que bueno que existe una piedra que nos puede ayudar a conectarnos con ese niño interno.

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