La más joven, la más bella, y la más enigmática, Cleopatra fue una reina de Egipto luego que su padre Ptolomeo XII falleciera en el año 51 a.C. Con tan solo 18 años, debió asumir el poder junto a su hermano Ptolomeo XIII, de 12 años. Ultima reina de la dinastía Ptolomeica, de emperadores pasaron a simples hombres, la vida Cleopatra se mantuvo reflejada en un poder sin igual.
Hija de Cleopatra V y Ptolomeo Auteles, se cree que Cleopatra nació en enero del año 69 a.C. en la ciudad de Alejandría. Su figura entra en rigor en la historia egipcia al asumir el trono tras el fallecimiento de su padre. Desde este momento, la vida de Cleopatra estuvo marcada por lo sorprendente e inimaginable, pues en el testamento de Ptolomeo figuró que la joven Cleopatra se tenía que casar con su hermano, Ptolomeo XIII.
Considerada la reina más joven que tuvo Egipto en su historia, Cleopatra debió batallar por controlar el poder que le fue otorgado, contra su mismo hermano. El primero de sus amantes, fue Julio César, quien le ayudó a retomar el poder, y dar muerte a Ptolomeo XIII, sin embargo, la avaricia de la bella reina hizo que le utilizará a fin de restituir el poderío egipcio en el Mediterráneo, llegando al punto de darle un hijo a fin de entrelazar los lazos con la antigua Roma.
Caído, Julio Cesar, al ser asesinado en el año 44 a.C. la reina de Egipto no dudó en hacer de las suyas para que sus planes de restitución no fueran obstaculizados, por lo que el sucesor de Julio Cesar, Marco Antonio, también cayó enamorado de la reina joven, al punto de llevar su fuerza hasta Oriente en el año 34 a.C.
Además de su poder como reina, su belleza fue algo destacado en los vestigios históricos del antiguo Egipto. Si bien se cree que su hermosura se basaba más en la personalidad, que en lo físico, sin duda, los secretos que la habían consagrado por encima de las demás mujeres, en definitiva tuvieron un apoyo de diferentes métodos rudimentarios de la estética.
Una piel tersa y única en belleza, un rostro intacto y lozano, unos rasgos destacados en base a las primeras trazas del maquillaje, Cleopatra tenía una serie de secretos que vale tomar en cuenta, pues sin duda alguna, le ayudaron para capturar a dos emperadores romanos.
La leche beneficiaba tanto su piel como su rostro. Mascarillas y baños de leche ayudaban a reafirmar e hidratar profundamente los tejidos. Por otro lado, la miel recobrar la elasticidad, y a su vez, evitaba que el paso del tiempo dejará marcas en su rostro, gracias a mascarillas de pepino.
Ahora bien, el rasgo más destacado de Cleopatra sin duda fueron sus ojos. Usaba compresas de agua de rosa, a fin de mantener unos párpados de impacto, y una mirada felina que era delineada con polvo de galena, dándole un look que fue capaz de elevar todo un imperio.
ALFA