Tradicionalmente en Japón el masaje forma parte de sus exclusivos secretos de belleza y es considerado tan importante como la dieta y el ejercicio, Kobido, también conocido como lifting facial natural, representa una terapia neurosensorial activada mediante la mezcla sincronizada de movimientos rápidos y lentos que permite mejorar la apariencia de la piel, aunque inicialmente era exclusivo para la cara actualmente se incluye cuello y cabeza.
Su práctica se remonta a 7.000 años en China y a inicios del Siglo V se introduce en Japón con el nombre de Anma que significa “presión y fricción” era usado por los samuráis después de cada batalla para recuperar su tranquilidad. En 1472 la emperatriz de entonces solicita un masaje tan efectivo como el de los samuráis que le regalara belleza, tranquilidad y bienestar; nace oficialmente el masaje Kobido en Japón a nivel de la realeza.
Las manos y los dedos son los únicos instrumentos que se utilizan para realizar el masaje Kobido capaces de alcanzar el objetivo de rejuvenecer y equilibrar a través de masajes de la musculatura profunda, toques de la superficie capilar, estimulación por percusión y acupresión de puntos Shiatsu realizados con destreza y rápida secuencia. “Así el sistema nervioso se estimula, mejorando la circulación sanguínea y el flujo linfático, reforzando y tonificando los músculos” señala la terapeuta y creadora junto a Daniela Pandolfo de la escuela italiana de masajes Kobido.
Maravillosamente los beneficios del kobido van más allá de lo estético: provoca mejor tonicidad muscular y circulación, reduce toxinas, regenera tejidos, acelera la renovación celular, estimula la producción de elastina y colágeno ayudando a reducir arrugas, flacidez, dolores de cabeza, recuperar lozanía del rostro y evitar sus tensiones articulares, todo esto se traduce en que además de disminuir el envejecimiento y recuperar el estado natural de la piel, produce una sensación de bienestar.
Y si de bienestar se trata imagine por un momento lo divino que sería premiarse con un rico masaje que incluya el frote de la cabeza, siendo ésta una de las partes del cuerpo que más relax provoca al tocarla, eliminando las migrañas, combatiendo el insomnio y aliviando la cervical; el masaje kobido también es terapéutico en caso de tensión mandibular recomendado un masaje semanal por lo menos tres o cuatro semanas, luego dos veces al mes y por último sesiones de mantenimiento una vez mensual.
Una sesión de masaje Kobido puede tener varias fases dependiendo del centro donde se haga, sin embargo de manera general se inicia con movimientos suaves y lentos para relajar y evitar tensiones que resten efectividad, al percibir el estado adecuado en la persona se pasa a la nuca para activar la circulación sanguínea pues aplicando movimientos más rápidos se logrará llevar a la piel de la cara las proteínas y el oxígeno necesarios para eliminar toxinas y reparar los tejidos, finalmente se pasa a la cara para conseguir el efecto rejuvenecedor.
Procedente del pasado el Kobido realza nuestra calidad de vida en el presente.
ALFA