Las tendencias pasan de moda pero su actitud deberá prevalecer en cualquier ocasión. Sin importar el lugar al que haya sido invitada no puede dejar de lado la oportunidad de lucir bella e impactante. La playa, espacio para la relajación y el esparcimiento, es ideal para lucir las joyas adecuadas y ser protagonista de todas las miradas.
En primer lugar debe elegir materiales duros y resistentes al sol, la arena y el agua del mar como el oro, la plata, plástico o resina. Otros materiales pueden sufrir daños irreversibles luego del contacto con el medio ambiente y la exposición continua al sol.
Mientras más duras y resistentes sean las piedras y metales de las piezas a lucir, por lo general, resisten mejor el efecto corrosivo de la arena, el agua salada y el salitre presente en el aire. No crea que porque no se vaya a dar un chapuzón, sus prendas estarán a salvo.
En el mercado conseguirá otros metales blandos como el cobre y el latón; aleaciones como el oro rosa o las piedras porosas como las turquesas, ideales para lucir en la playa. Otra joya que podrá llevar sin temor a que se dañe son las elaboradas en metal macizo bañado en oro podrá lucirlas si inconveniente alguno.
Desde luego, el oro es el metal por excelencia que mantendrá sus características sin alteraciones. Por su parte, los metales blandos pueden sufrir en embate de la arena y sufrir rayones.
Además del cuidado que debe mantener para no dañar sus joyas, es oportuno que recuerde y evite una larga prolongación bajo el sol. No solo por la quemaduras que pudiese sufrir sino por las marcas que le ocasionarían al exponerse con ellas. Si parte del viaje a la playa es broncearse, lo ideal es que retire todas las piezas que traiga y las guarde.
Lo más común es utilizar aretes y collares en la playa. No obstante, la moda es amplia y encontrará accesorios grandes que tendrá oportunidad de lucir debido a la poca ropa que portará en el lugar. Entre los diversos estilos de joyería, dependerá de su gusto para lucir espectacular.
ALFA