Cada vez son más y mejores las imitaciones que circulan tanto en las redes como en el mercado de las joyas, las replicas han alcanzado un nivel de calidad tan alto, que a veces resulta sumamente difícil poder diferenciar cuál es la pieza original de la que no lo es.
Lucir una joya auténtica dice mucho de quien la usa, pero verificar si una joya es verdadera o falsa resulta imposible si no se sabe cómo hacerlo, y de no saberlo, puede caer en una estafa o terminar comprando una imitación que apenas dure un par de semanas.
Una de las más fáciles de reconocer son las perlas, la cual es una pelota de nácar producida dentro del cuerpo de algunos moluscos; por el contrario las perlas de imitación comúnmente son piezas de vidrio o plástico recubiertos por una mezcla preparada con escamas de pescado, lo que hace que tengan un brillo increíble.
La calidad de la perla comprueba el valor y la calidad de una joya, pero ¿cómo saber si es original? Sencillo, si pasa las perlas entre sus dientes se dará cuenta que las perlas falsas son suaves y se deslizarán fácilmente por su elaboración; pues normalmente son totalmente uniformes y perfectas, sin embargo, las verdaderas se sentirán arenosas al frotarlas; observándose y sintiéndose las imperfecciones de sus últimas capas ¡siempre funciona!
Si usted lo que desea es comprar una joya de diamante, entonces lo que debe hacer es colocar la piedra delante de su boca y empañarla, es decir, soplarla; si se mantiene oscurecida por cinco segundos, seguramente se trate de una imitación. Tome en cuenta que un diamante original esparce el calor de la humedad inmediatamente evitando empañarse.
Otro dato que le será útil para reconocer un verdadero diamante, es que se verán reflejadas diferentes sombras y destellos grises; ahora si usted lo que mira son reflejos coloridos, lamentablemente ese diamante es totalmente falso.
Una de las joyas más buscadas y usadas en el ámbito mundial son las que están elaboradas con Rubí, es la piedra más valiosa de todo el planeta y apreciada por su color rojo brillante; pero también es una de las más imitadas, con piedras como la Turmalina y es que; ¿a qué mujer no le gusta lucir un Rubí?
Por tal razón y para estar alerta a la hora de adquirir uno, usted podrá saber si la piedra color carmesí en su anillo, aretes o collar es Rubí verdadero o no con estos simples pasos, ¡ponga atención y tome nota! Intente rayar la piedra suavemente con su uña o con un objeto punzante, los Rubíes genuinos son tan sólidos que no verá rasguño alguno; también puede hacerlo sobre un vidrio transparente, si observa una maca roja en la superficie, entonces no es una gema original.
Con estos fabulosos trucos usted está en la posibilidad de reconocer y diferenciar una joya original de una imitación, no caiga en el famoso dicho que reza: “lo barato sale caro”.
ALFA