JOYAS CONSIDERADAS MALDITAS

Las joyas siempre han sido y aún siguen siendo una atractiva, exuberante, lujosa y hermosa pieza, que a su vez está llena de mucho significado y valor. Sin embargo, en todo lo que va de historia, se logró evidenciar hechos impactantes de muchas de ellas, donde en oportunidades expidieron influencias de maldición, que las llevó a ser consideradas como anatemas de muerte y destrucción. Si desea despejar su curiosidad por conocerlas, a continuación se las presentamos, preste cuidadosa atención:

Entre ellas se encuentra el “Koh-i-Noor”, el cual es un diamante proveniente de la India, con un peso de 186 quilates, significa “Montaña de la luz” en persa. Fue obsequiado a la familia real británica, donde llegó a manos de la Reina Víctoria y luego a la Reina María. Pero, actualmente pertenece a la colección de joyas de la Reina Isabel. Se considera maldito por haber afectado consecutivamente en la posición de cada rey, una vez que adquirían el trono; lo perdían.

También está el caso del anillo “Vyne”, que fue robado y encontrado en un campo arado de Inglaterra, el cual fue sucedido a los dueños de la hacienda. Se estima que su propio dueño era una persona religiosa por el escrito que tiene el anillo en el idioma latín, haciendo referencia hacia un posible dios; pero lo sorprendente es que años más tarde a 130Km de la hacienda, se consiguió una placa de cobre con escritos en latín, donde la persona que la talló invocó a un dios, decretando al mismo tiempo una maldición para la persona que robó el anillo.

Asimismo, el diamante “hope”, sirvió como accesorio para adornar la frente de un ídolo hindú; siendo luego robado por un sacerdote que fue torturado y condenado por dicho acto. Posterior a esto pasó a manos de un contrabandista, quien lo vendió, pero sufrió un terrible accidente que lo condujo a la muerte. Seguidamente, llegó a manos del rey francés Luis XIV, quien le hizo unos ciertos ajustes de tamaño, disfrutándolo solo hasta que lo robaron durante la Revolución Francesa; por consiguiente se arrastró la muerte del rey Felipe y María Antonieta.

Sin embargo, la historia no termina AHÍ; su influencia logró arrasar con una lista de dueños que por un tiempo terminaron muertos por causa de asesinatos; otros cayeron en ruinas, afectados por adicciones, problemas familiares y hasta con la pérdida de la razón.

¿Sorprendente verdad? Sin duda alguna un amplio misterio escondido en una joya, ¿quién lo imaginaría?, creo que nadie; pues sería bastante difícil considerar que una espléndida joya podría acarrear toda una maldición y un sinfín de acontecimientos terribles, cuando su imagen y apariencia solo demuestra ser una pieza hermosa, lujosa y de alto valor. Esto nos conduce al popular dicho que dice: “las apariencias engañas”.