Son muchos los países o ciudades que son publicitados para captar turistas que busquen divertirse en bares, parques temáticos, etc., pero son muy pocas las islas que cuentan con el apoyo del gobierno local, y a veces internacional, para ser protegidos y aprovechados por los visitantes que descubren esos rincones escondidos

Ese es el caso de La Isla del Coco, situada en Costa Rica a 532 kilómetros de Cabo Blanco en el océano Pacífico. Nombrada patrimonio de la Unesco en 1997, ha sido ejemplo para otros países por sus políticas de conservación; y es considerada un gran laboratorio natural por las constantes visitas que recibe por parte de biólogos. Su nombre, dicen, se debe a la cantidad de cocoteros que adornan sus paisajes.

¿Ahora piensa visitar Costa Rica?, de ser así, le recomendamos pasear por este atractivo rincón turístico. Primeramente, debe reservar con meses de anticipación los cruceros que ofrecen el servicio, pues se agotan de manera rápida. Sepa que los paquetes turísticos que conseguirá van desde los nueve hasta los once días. Si gusta de ir de manera independiente, tendrá que tomar una embarcación propia o alquilada y previamente acreditada por las autoridades. Ya con su reservación en la mano, su primer destino será la capital del país tico, San José; desde allí saldrá hacia el puerto de Puntarenas, desde donde partirá el crucero que tendrá que recorrer 500 kilómetros, aproximadamente, con una duración de 32 horas de viaje.

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La isla cuenta con muchas cascadas de gran altura, imponentes para lo turistas que tienen la dicha de admirarlas en sus paseos. Igual de impresionante es su extensa costa, que posee varios acantilados y cuevas en abundancia. En su visita será recibido por los Espíritu Santo, y aunque su nombre podría asustar a más de uno, solo se trata de un pájaro blanco que se destaca por volar muy cerca de la cabeza de los visitantes.

Sus aguas atraen a muchos buzos que desean deleitarse la vista con sus grandes tiburones martillos, tiburones de aleta blanca y hasta peces loros. Sus hipnotizantes corales, que adornan la casa de estas especies, son cuidados por los guardaparques del lugar, que se aseguran de mantener alejados a los pescadores ilegales que ponen en riesgo el ecosistema de esta isla.

Para realizar este tipo de actividad, tienen tres bahías autorizadas para ello: Bahía Iglesias, Bahía Chatam y Bahía Wafer. Al igual que las anteriores, existen islas para practicar el buceo como lo son Isla Pájara, Isla Manuelita e Isla Roca Sumergida, siendo esta ultima la más visitada por los turistas.

Aunque el viaje para llegar es bastante largo, le aseguramos que el resultado valdrá la pena. Destinos como este deben ser aprovechados y cuidados por todas aquellas personas que tengan la posibilidad de ir. Además, este sitio es ideal para los que buscan un viaje tranquilo y relajante. Alejados de la civilización. Es perfecto para apartarse de esos problemas que lo aquejen y reorganizar sus pensamientos.

ALFA

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