Los ángeles son seres celestiales cuyo misticismo se ha popularizado en los últimos años. Especialmente, en Latinoamérica, la creencia en los ángeles es una costumbre instaurada mediante el conocido, ángel de la guarda, el cual tiene su propia oración que se suele rezar antes de ir a dormir. A continuación, conocerá los principios fundamentales de la protección angelical como parte de su crecimiento espiritual.
Los ángeles son estudiados a profundidad mediante la doctrina de la angelología cristiana. Ella, les refiere como criaturas celestiales que fueron creados junto al mundo, siendo divididos entre ángeles y ángeles caídos. Los primeros sirven a Dios, mientras que el segundo grupo sirve a Satanás, debido a que decidieron seguirle hasta el infierno durante su rebelión.
En el Nuevo Testamento, los ángeles tienen referencia en la epístola de Efesios y la epístola de los Colosenses. En ambas, se desarrolla el esquema de tres jerarquías que dividen a los ángeles. La primera reúne a los serafines, querubines y tronos. La segunda reúne a las dominaciones, las virtudes y las potestades. La tercera reúne a los principados, los arcángeles y los ángeles.
El invocar a los ángeles supera la propia religión, esto según la angelologa, Karla Fernández, pues, registros históricos señalan que los egipcios y los hebreos también adoraron su poder celestial. “Se conocen registros de la magia angélica desde los egipcios y hebreos, así que esta creencia es un factor que se transmitirse a diversas culturas y religiones. Para algunos son mensajeros de Dios, para otros son quienes nos socorren si los necesitamos.”
Los textos sagrados refieren que son siete los arcángeles quienes procuran la protección en la Tierra. Miguel, Rafael, Gabriel, Uriel, Samuel, Zadkiel y Jofiel, cada uno tiene un poder en particular, siendo contactados mediante la meditación.
El primer arcángel, llamado Miguel, es reconocido por liderar el ejército que derrotó a Satanás, por ello que ante conflictos o necesidad de valentía para las dificultades suele ser invocado. Mientras, Rafael, es asociado con la sanación de las enfermedades. A él se le señala el haber recibido el llamado “Libro de la medicina”, por lo que su ayuda recurre ante la protección de la salud física y emocional.
Gabriel es el mensajero de Dios, luego de haberle anunciado a María su inmaculada concepción. Su propósito urge en casos de infertilidad, o proteger a las mujeres en estado de gestación. También le son señaladas propiedades para favorecer la creatividad y la comunicación.
Expulsor de Adán y Eva del Edén, Uriel tiene el cuidado del aprendizaje en la tierra, ayudando en la prosperidad, y el resguardo del equilibrio natural. Reconocido como el arcángel el amor a Dios, Samuel es el fiel compañero que acompaña a las almas solitarias. Para lograr el cambio interior, o llenar de paz el corazón, Zadkiel es el arcángel ideal para este objetivo, mientras que Jofiel es invocado en momentos de confusión pues este arcángel ayuda a tomar mejores decisiones, y dar luz a la mente.
ALFA